La princesa Leonor atraviesa el momento más complicado de su formación militar. En la Escuela del Aire de San Javier, donde cursa su tercer y último año antes de convertirse en teniente, los oficiales comienzan a mostrar preocupación. Algunos, según fuentes internas, habrían llegado a comentar en privado que la hija de los Reyesse ahoga”.

No se trata de una exageración. La intensidad del programa en San Javier es extrema. La princesa afronta largas jornadas, clases teóricas, entrenamiento físico y sesiones en el simulador de vuelo. Pero el agotamiento le está pasando factura. Leonor se fatiga con facilidad, le cuesta mantener el ritmo de los demás y ha sufrido episodios de ansiedad. En más de una ocasión, según testigos, ha tenido que ser atendida por el personal sanitario del centro.

La princesa Leonor en San Javier Casa Real2
La princesa Leonor en San Javier Casa Real

La princesa Leonor, al límite en San Javier

El problema no es nuevo. Desde su paso por la Academia de Zaragoza y por la Escuela Naval de Marín, ya se comentaba que la vida militar no estaba hecha para ella. Sin embargo, su destino está marcado. No puede renunciar. Es un requisito institucional. Ser futura Jefa Suprema de las Fuerzas Armadas implica cumplir con el recorrido completo, aunque no lo viva con la misma naturalidad que otros cadetes.

Los oficiales instructores intentan mantener la discreción, pero en el entorno de San Javier se comenta que Leonor no está en la forma física requerida. Se cansa, pierde el aliento y muestra signos de ansiedad en los entrenamientos más duros. Algunos compañeros aseguran que, en momentos de máxima presión, le cuesta incluso respirar. En esos episodios, los instructores reducen la exigencia, y los médicos de base actúan de inmediato.

La Casa Real evita pronunciarse sobre su estado, pero en la academia todos saben que Leonor tiene un régimen especial. No realiza las cinco fases completas del curso. Tampoco se le aplica la misma escala de puntuación. Aun así, recibirá las máximas calificaciones y los honores correspondientes. “Está todo previsto para que ascienda sin sobresaltos”, confiesa una fuente militar.

Felipe VI y la princesa Leonor / EFE
Felipe VI y la princesa Leonor / EFE

Descanso por recomendación médica

La presión también pesa a nivel emocional. Leonor intenta seguir el ejemplo de su padre, el rey Felipe VI, pero las comparaciones son inevitables. Felipe se adaptó con facilidad al entorno castrense; Leonor, en cambio, sufre cada jornada. Sus compañeras y compañeros admiran su voluntad y su seriedad, pero reconocen que la ven “al límite”.

En los pasillos de la academia se comenta que, tras un ejercicio reciente, la princesa necesitó descanso médico. No fue nada grave, pero sirvió para confirmar lo que muchos intuían: la presión, el miedo y la responsabilidad se han convertido en una carga difícil de sostener para la heredera.