En el último año, Felipe VI ha mostrado una gran preocupación por la reina Sofía. De hecho, se ha trasladado al palacio de la Zarzuela para estar más cerca de ella y tenerla controlada, un movimiento que ha desatado los rumores sobre una importante crisis en el matrimonio con Letizia. Para el monarca, su madre es uno de los pilares más importantes en su vida, igual que para ella. Felipe VI ha sido su niño mimado. Agradece mucho esta cercanía y el cariño que demuestra por ella todos los días. La emérita está viviendo los años más complicados de su vida y no solo por su avanzada edad y los problemas de salud.

La reina Sofía con su hermana Irene de Grecia
La reina Sofía con su hermana Irene de Grecia

Felipe VI no quiere ver mal a su madre. Hace unos meses se produjo una reunión entre hermanos en Zarzuela en la más estricta privacidad para que no saliese nada a la luz ni se diese la voz de alarma. Era para hablar sobre el estado de salud de sus progenitores, también de Irene de Grecia a quien consideran una segunda madre. De hecho, es la tía Pecu quien necesita más atención en estos momentos, y todo es a raíz de ella.

Hace tres años se confirmó que Irene de Grecia padecía Alzheimer. Una enfermedad que Casa Real no ha desmentido y ha intentado tratar con la mayor naturalidad posible. Hasta hace un año, Irene aparecía en todos los compromisos familiares y algún acto privado relacionado con la corona acompañando a su hermana. Sin embargo, ya ni se la ve. No sale nunca de Zarzuela y es que su estado de salud es muy delicado. No recuerda absolutamente nada, ha desmejorado muchísimo y no se levanta de la cama, ha olvidado funciones tan básicas como caminar.

La reina Sofía padece una depresión severa 

A la reina Sofía le parte el alma encontrarse a su hermana en estas condiciones. Era su fiel compañera, su amiga y confidente. Ahora ve como su corazón se apaga y le produce un dolor muy grande. Según Pilar Eyre, la emérita padece una depresión severa. Se encierra en su habitación a oscuras y no quiere salir ni recibir visitas, apenas come ni duerme, síntomas claros de una depresión. Sus hijos han querido que se trate con especialistas para superar este duro golpe, pero no quiere.

La reina Sofía sufre mucho y está empeorando, las preocupaciones están consumiendo su salud. También ha presentado ya algunos problemas de movilidad incluso pequeños olvidos. Sus hijos están muy preocupados y han acordado no dejarla sola en ningún momento, por ello la infanta Cristina pasa más temporadas en Madrid que en Ginebra.

reina sofia estados unidos
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