En Madrid acaban de bautizar al primer nieto del duque de Alba. Es el primer hijo del joven Carlos Fitz-James Stuart Solís y Belén Corsini. Escarmentados por la mofa, befa y escarnio que recibió su hermano y futuro duque de Alba Fernando Fitz-James al bautizar a su hija pequeña Sofía con un nombre excesivamente pijo y largo, para el recién nacido han escogido, o han decidido solo hacer público, un nombre simple: Carlos. Para seguir la tradición familiar, el actual duque de Alba se llama Carlos, el hijo mayor es Fernando y el pequeño que se llama Carlos acaba de bautizar al niño, que también se llama Carlos. Por lo tanto el primer nieto del duque de Alba se llama Carlos. Y todos contentos.
Cada vez que nace el hijo de uno famoso, especialmente royal o aristocrático, hay un interés por encima del género: el nombre. En realidad tanto da si es niño o niña. La reina Letizia filtraba que su bebé se llamaría Pelayo para saber era el filtrador de Zarzuela. Y a cada nuevo hijo real o aristocrático el morbo crece. Froilán quiere que lo citemos por el primer nombre Felipe sin ningún éxito, o Victoria Federica quiere ser simplemente Victoria. Ahora nace un niño casi royal, de la familia la más aristocrática de España, la casa de Alba. Tienen sangre azul como los Borbones, recordando que azul viene de la edad media cuando los únicos que tenían la piel blanca al no trabajar al sol eran los nobles y a través de la piel, la sangre parecía de color azul. Pijos desde la cuna pero ahora el nuevo niño solo tiene un nombre conocido. Ninguna revista, ni la Biblia royal Hola reconoce el nombre completo de la criatura. Quieren que se llame "solo Carlos". Eso viene de la polémica de su prima Sofía a la cual el Registro Civil no podía registrar por su nombre.
Cuando murió la duquesa de Alba, la grandiosa Cayetana, heredó el título su hijo mayor Carlos. Su primogénito Fernando Fitz James Stuart Solís tiene dos hijas con Sofía Palazuelo: la primogénita que es la futura duquesa de Alba se llama Rosario y otra niña con el nombre de la madre: Sofía. Pero el nombre entero es muy largo: Sofía Fernanda Dolores Cayetana Teresa Ángela de la Cruz Micaela del Santísimo Sacramento del Perpetuo Socorro de la Santísima Trinidad y de Todos Los Santos. Y claro, el Registro Civil dijo que no lo podía registrar.
Según el artículo 51 de la LRC (Ley del Registro Civil): "El nombre propio será elegido libremente y solo quedará sujeto a las siguientes limitaciones, que se interpretarán restrictivamente: 1.º No podrán consignarse más de dos nombres simples o uno compuesto. 2.º No podrán imponerse nombres que sean contrarios a la dignidad de la persona, ni los que hagan confusa la identificación. 3.º No podrá imponerse al nacido nombre que ostente uno de sus hermanos o hermanas con idénticos apellidos, a no ser que hubiera fallecido". En esencia, solo se puede poner un nombre doble (Marcos José) o uno compuesto (Francisco Javier). Para ahorrarse problemas: solo Carlos.