Según la ciudadanía, las personas que han tenido de cerca a Letizia la han definido como una persona controladora, calculadora, ambiciosa, fría, distante, muy seria y exigente consigo misma y con el resto. Ven pocos gestos de humanidad en ella, más bien la asemejan con un robot o con la famosa inteligencia artificial, ChatGPT. En los últimos años, los asesores de Casa Real han intentado mejorar esta imagen por el beneficio de la corona. Por este motivo se la obligó a acercarse más a las personas, a compartir otros planes, incluso a tener un perfil en la red social Instagram. Es cierto que en los últimos años la imagen de la mujer de Felipe VI ha mejorado considerablemente, pero podría ser solo una fachada.

Felipe VI y Letizia entrega de despachos en Marín
Felipe VI y Letizia entrega de despachos en Marín

Letizia ha recibido numerosas críticas en los actos públicos en los que ha aparecido y se ha encontrado con personas anónimas que lógicamente querían compartir algunas palabras con ella o tomarse una fotografía para el recuerdo, ya que no es algo muy común tener a la reina delante de ti. Mientras que ven a Felipe VI mucho más sencillo y amable con el pueblo, la reina se muestra con una actitud de superioridad y altiva.

Letizia no se acercó a los padres de los guardiamarinas 

El pasado miércoles tuvo su último acto del curso. La reina viajó hasta Marín para reencontrarse con Leonor, que se despidió de su formación militar con la Armada, uno de sus años más duros. Letizia se mostró muy emocionada al ver a la princesa recibir por parte de Felipe VI la Gran Cruz al Mérito Naval con distintivo blanco. Una condecoración en la entrega de despachos que les ha costado más de una crítica entre sus compañeros y sus familiares, ya que la princesa según ellos no se merece ningún premio, ya que ni tan siquiera ha realizado muchas de las actividades.

Letizia cumplió con el protocolo y se mantuvo en su línea. Aplaudida siempre por su actitud en actos institucionales. No obstante, había muchos padres viendo a sus hijos recibir los despachos y recogiéndoles para volver a casa después de un año tan intenso. Estos se quisieron acercar a Letizia, pero las fuerzas de seguridad no se lo permitieron. Cuando están con sus hijas aumentan la seguridad.

La reina no mostró ninguna humanidad ni con un niño de ocho años que quería conocerla y se puso a llorar por el feo de la reina. La madre de ese pequeño cuenta que “ha cambiado la forma en que veo a la reina”. No pensaba que podía comportarse de esa forma, ella tenía otra imagen.

Leonor y Letizia Marin
Leonor y Letizia Marín