La relación entre la reina Letizia y los amigos del rey Felipe VI ha sido siempre distante. Provienen de entornos diferentes y tienen intereses poco compartidos. Aunque en ocasiones el rey ha acompañado a la reina en salidas al cine, teatro u ópera, no lo hacía por verdadero gusto, sino por acompañarla. A diferencia de la madre de la princesa Leonor y la infanta Sofía, el hijo de Juan Carlos tiene afinidades similares a las de su padre. Su pasión por la vela y el esquí no ha disminuido. A menudo participa en campeonatos de vela y, al llegar la temporada de nieve, se escapa a Baqueira para esquiar.

La reina Letizia no comparte el entusiasmo por la vela ni por el esquí. Durante los viajes familiares a Vielha, ella solía quedarse en casa mientras los demás disfrutaban de la nieve, aunque contaba con la compañía de Jaime de Marichalar.

Letizia generaba situaciones incómodas con los amigos de Felipe VI

Ahora Letizia ya no acude a estos encuentros con los allegados a su marido. Hace tiempo que dejó de acompañar a Felipe, ni siquiera de forma ocasional.  Algo que agradecen los amigos del rey. Por varios motivos. El principal de todos, su personalidad. Mejor dicho, sus personalidades. Nunca han gustado sus actitudes en el entorno del Jefe de Estado.

Letizia siempre ha sido vista como una persona controladora, fría y calculadora. Por este motivo los amigos de Felipe VI le llaman “calzonazos” y a ella “marimandona”. Sin embargo, su personalidad cambia radicalmente en las distancias cortas. Se excede en simpatía, lo que no solo ha generado que la vean como una falsa. También ha provocado escenas muy incómodas.

Letizia
Letizia

Letizia ponía nerviosos a los hombres de su entorno

Ese exceso de simpatía premeditado ha provocado situaciones de tensión, pues en ocasiones ha sido interpretado como una insinuación. Una actitud demasiado cercana y cariñosa que ha llevado  a cabo con hombres solteros y casados. Lo hacía sobre todo durante la primera década de matrimonio con Felipe VI. Y no solo con el entorno del rey. También con los amigos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin en la época en la que todavía eran amigos y compartían algunos planes.

Estas informaciones que hemos podido recabar en EnBlau encajan a la perfección con el relato que hace Joaquín Abad en el libro ‘Letizia, una biografía no autorizada’. En él, el autor explica los problemas que Letizia ha tenido con sus escoltas por su comportamiento en las distancias cortas. "Sus escoltas varones evitan acudir a la sala habilitada para hacer ejercicio cuando la reina está en Palacio porque a pesar de ser un lugar para empleados Letizia acude para dejarse ver y les pone nerviosos".