Novedades en torno a Miguel Urdangarin, tercer hijo de la infanta Cristina y su exmarido Iñaki. Novedades o historia para no dormir firmada por la revista de cabecera de royals y VIPS pata negra. Ya saben que al joven de 21 años ha vuelto a Ginebra, ciudad donde vivía con su madre y que abandonó hace años para estudiar en el Reino Unido. Una vez finalizados los estudios en Biología Marina, ha hecho las maletas y se ha reinstalado en Suiza. Como Cristina se acaba de divorciar y la hermana pequeña Irene está en Camboya haciendo de voluntaria pija, enmascarando un año sabático que es tradición familiar, Miguel volvía para rellenar el hueco. Bien, y para ampliar su preparación académica, profesional, humanística e intelectual. Su idea era cursar unos másters y posgrados en la capital helvética. Y como tenía tiempo libre, también quería cumplir un "sueño": un curso de monitor de esquí. Aquí empiezan los problemas... y se destapa la farsa royal.
Miguel sufría un accidente en pistas, publicaban los medios afines, y se lesionaba una rodilla. Lo vieron entrando en el Hotel Des Berges a visitar al abuelo Juan Carlos con una pierna inmovilizada. El golpe había sido fuerte y las consecuencias, duras: el quirófano le esperaba. Cristina dejaba todo lo que estaba haciendo y volvía a casa para acompañarlo, decían. Nunca la han visto en Ginebra desde aquel día: en cambio, ha estado en Londres, en la boda de José Luis Martínez-Almeida con Teresa Urquijo (claro, el noviete de Irene es el hermano de la aristócrata), en Barcelona con la exsuegra... Con todos, menos con Miguel. La cosa se complicaba cuando salían unas imágenes suyas en Ginebra, milagrosamente recuperado de sus problemas: sin férula, en ropa deportiva, caminando sin dificultades y tan tranquilo. Era el 2 de abril. Algo no cuadraba. Y no lo hará.
17 de abril de 2024, miércoles. Día de revistas del corazón. '¡Hola!' va con una primicia: "Miguel Urdangarin ya ha pasado por el quiròfano tras su accidente de esquí en Suiza". Ostras, tú. Quizás nos habíamos equivocado, y el tipo se había sometido a la cirugía antes de la publicación de aquellas instantáneas. No. El texto de la cabecera dice que fue intervenido "a principios de la semana pasada y todo salió bien, aunque estaba dolorido. Cuando esté recuperado de su rodilla, retomará el curso que estaba a punto de terminar, para acreditarse como instructor en gestión de esquí". El hedor es pestilente. Pero siempre puede empeorar. Alguien se piensa que los lectores son tontos.
Miguelito es un caso clínico: el único paciente de traumatología que realiza la rehabilitación antes de una cirugía. Normalmente, la cosa va justo al revés, pero los royals viven en un universo paralelo: "Después de unas semanas de rehabilitación, Miguel pasó por quirófano la pasada semana, casi al tiempo que la Reina doña Sofía ingresaba de urgencia en un hospital de Madrid". O se han colado, o nos la quieren colar. Atención al detalle final, que lo remata: dicen que, ahora sí, le esperan 6 meses más de rehabilitación, la segunda. ¿Qué quiere decir? 6 meses más rascándose la barriga, como un buen Borbón. No hace nada. Ahora se entiende mejor todo: no dan abasto para esconder a tanto zángano.
