Durante años, los hijos de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina intentaron mantenerse lejos de los focos. El caso Nóos les obligó a vivir con discreción. Pero al cumplir la mayoría de edad, todo cambió. Cada uno tomó su camino. Pero Miguel e Irene Urdangarin parecen no haber encontrado el suyo.
La pequeña de la familia ya empezó a presentar problemas en su etapa durante el bachillerato. Tuvo problemas para terminarlo. Y cuando lo hizo, no consiguió su objetivo de entrar en la Ecolint, un centro muy prestigioso donde se imparte formación sobre hostelería. Corría el verano de 2023.
Tras su fracaso, se instaló en Zarzuela, donde pasó un año sabático. Y aunque el pasado mes de septiembre (2024) retomó sus estudios en Oxford, parece que no le ha ido demasiado bien. No logró superar la totalidad del primer curso y ahora ha comunicado a sus padres que quiere dejarlo.

Miguel Urdangarin sigue los pasos de su hermana Irene
Paralelamente, Miguel tampoco logra centrarse. Estudió Ciencias del Mar en el Reino Unido. Después trabajó seis meses en una empresa. Y ahí se acabó su experiencia laboral. Hoy, no tiene trabajo. Y, por lo visto, no parece que le quite el sueño.
Miguel tuvo otro plan: convertirse en profesor de esquí. Inició la formación en 2023. Pero una lesión en los entrenamientos lo obligó a dejarlo. Y así fue como a principios de 2024 terminó uniéndose a Irene en su año sabático en Zarzuela. Desde entonces, nada de provecho conocido. Miguel Urdangarin vive como pocos jóvenes de su edad. Sin empleo. Sin preocupaciones. Pero con 8.000 euros mensuales que caen en su cuenta cada mes solo por llevar el apellido Borbón.

El abuelo paga las fiestas
La realidad es que Miguel no necesita trabajar. Como el resto de nietos de Juan Carlos I, recibe cada mes un pago directo del rey emérito. No solo él. Los cuatro hijos de Cristina y los dos hijos de Elena también reciben su parte.
El exmonarca no solo les cubre los gastos fijos. También paga estudios, alquileres y caprichos. A cada nieto le ha regalado un coche al sacarse el carnet de conducir. También a Leonor y Sofía, aunque en este caso Felipe VI y Letizia lo devolvieron. No quieren que sus hijas tengan vínculos con el dinero del emérito.
Ahora, la cifra de 8.000 euros mensuales podría haber subido desde que Irene cumplió 18 años. En ese momento, todos los nietos eran ya mayores de edad. Y el sobre mensual podría estar ya en 10.000 euros.
Estas transferencias, según apuntan algunos, no pasarían por la Hacienda española. Se harían desde fuera del país. Algo que hace aún más difícil seguir el rastro de estas fortunas privadas.
Miguel, mientras tanto, vive cómodo. No se levanta temprano para ir a una oficina. No espera contratos ni entrevistas de trabajo. Viaja, sale con amigos, disfruta de su relación con Olympia Beracasa y se mueve entre Madrid, Reino Unido y Suiza.