Hace un par de meses Juan Carlos I dio un movimiento inesperado, incluso para Casa Real. Sin esperarlo, el emérito demandó a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en sus libros y en varios programas de televisión. El político se sintió dolido porque siempre tuvo muy buena amistad con el padre de Felipe VI cuando era rey, pero se negaba a defender a una persona que había hecho tanto daño a un país y solo se retiraba a denunciar aquellas cosas que ya se habían dicho en miles de ocasiones sobre el marido de la reina Sofía. Por este motivo no entiende que la demanda haya ido solo para él. De hecho, le puso en la tesitura de demandar a Corinna Larsen y Bárbara Rey, pero solo se atrevió con la empresaria alemana, aunque fue una cortina de humo, ya que eliminó la demanda en dos días.

Juan Carlos y la infanta Elena

Juan Carlos I quería aprovechar el altavoz de Miguel Ángel Revilla para demostrar que todavía seguía muy vivo y estaba cansado de que se dañase su imagen. No quiere continuar viviendo en Abu Dabi a los 87 años y esto es solo un toque de atención. El cántabro es el daño colateral. Sin embargo, a quien realmente ha hecho daño es a él mismo y a la corona, por tanto, también a su hijo y a su nieta. Esta estrategia le ha actuado como un boomerang. El político es muy querido en España por sus apariciones en televisión y además tiene grandes amigos famosos que le han brindado todo su apoyo en los medios de comunicación y personalmente. La imagen de Juan Carlos I ha quedado más dañada porque nadie le ha apoyado, ni tan siquiera su hijo, quien se ha enfadado duramente con él y le pidió que retirase la demanda, pero no atiende a razones, va por libre. Está muy cansado.

Miguel Ángel Revilla ha ganado la batalla contra Juan Carlos I por el apoyo de los españoles 

Felipe VI también habló personalmente con Miguel Ángel Revilla. Le pidió perdón por la actitud de Juan Carlos I, incluso intentaron llegar a un acuerdo que el político no ha desvelado. Según su entorno más cercano, el rey habría pedido al cántabro que cesase sus intervenciones en los medios de comunicación hablando de esta demanda del emérito para no perjudicar a la corona.

Miguel Ángel Revilla es un hombre íntegro y no atiende a ningún tipo de chantaje. Por eso Felipe VI ha hablado con él sin nada a cambio. Solo le pide por favor y personalmente que cierre este asunto, ya que su padre no es capaz de hacerlo. Y hace semanas que no se habla de la demanda de Juan Carlos I, aunque en la Feria del Libro de Madrid, Revilla ha querido sacar pecho y asegura que ha ganado esta guerra.

Sobre su último libro, el centro del conflicto, “invito a todo el mundo a que lo lea y compruebe que no digo más que la verdad. Yo no he mentido ni miento, porque la verdad es subjetiva, ya que yo nunca diría nada consciente de que es mentira”, ha defendido. “La gente está conmigo, no todos. Porque tiene que haber de todo, pero esta batalla la he ganado donde más me interesa, con la gente buena que está de acuerdo conmigo”. 

Miguel Ángel Revilla y Juan Carlos I