Desde que Meghan Markle y Harry decidieron abandonar sus roles tradicionales en la realeza británica, su presencia en los medios alcanzó niveles de exposición sin precedentes. Convertidos en figuras públicas de gran influencia, no solo por su historia y compromiso con causas sociales, sino también por sus incursiones en la industria del entretenimiento. Han logrado mantener su protagonismo en la prensa internacional. La pareja ha sabido capitalizar su popularidad a través de diversas producciones. Destacando, especialmente, los proyectos en plataformas de streaming como Netflix, donde la atención del público y los medios se centra en cada movimiento.

Uno de los ejemplos más recientes es el estreno de la segunda temporada de la serie 'Con amor, Meghan' en Netflix, un programa de estilo de vida en el que la mujer de Harry comparte consejos sobre temas que le apasionan, principalmente cocina, acompañada de invitados famosos. La serie, que combina momentos íntimos y consejos prácticos, logra captar la atención una y otra vez, convirtiéndose en tema recurrente en los titulares. En parte, por la naturalidad con la que Meghan Markle se muestra en su faceta más personal. El episodio que empezó a generar mayor revuelo fue aquel en el que participó el reconocido español José Andrés. Un chef que popularizó las tapas en Estados Unidos, además de hacer una gran labor humanitaria a través de la ONG World Central Kitchen (WCK). 

La reacción de Meghan Markle en Netflix que podría afligir a Harry

En ese capítulo, la duquesa y Andrés se pusieron manos a la obra en la preparación de un menú que incluía alimentos frescos y apetitosos. Sin embargo, la tensión surgió en el momento en que ambos comenzaron a preparar langosta. Este crustáceo tiene una preparación tradicional que implica mantenerlo vivo hasta el momento exacto de cocción para garantizar su sabor y frescura, evitando bacterias.

La escena captó rápidamente la atención por la evidente incomodidad de Meghan, quien mostró signos claros de angustia al ver cómo José Andrés manipulaba los animales vivos. Ella, visiblemente afectada, llegó a cubrirse los ojos para no presenciar el proceso, un gesto espontáneo que compartió en sus redes sociales y que fue comentado por muchos como un momento genuino de agobio. En ese instante, Andrés le preguntó con preocupación: “¿estás bien?”, a lo que respondió con un simple “sí”, aunque su expresión reflejaba lo contrario.

Este momento resulta especialmente interesante cuando se analiza desde la perspectiva de Harry. El royal, que en varias ocasiones ha mostrado su compromiso con el bienestar animal, probablemente se sintió contrariado al ver a su esposa en esa situación tan delicada. La grabación, que fue parte del contenido pautado para la serie, no podía ser detenida o modificada en ese momento. El hijo del rey Carlos, seguramente, se encontró atrapado entre el deseo de apoyar a su esposa y la necesidad de mantener la coherencia en la grabación. 

Las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar. Mientras algunos internautas valoran la autenticidad del momento, otros criticaron la decisión de seguir grabando si Meghan Markle se sentía mal. Lo cierto es que esta escena transmitida por Netflix añadió un matiz vulnerable a su imagen. Se refuerza la percepción de que, a pesar de estar unida al estatus de Harry y su exposición, igualmente enfrenta situaciones emocionales.