Máxima preocupación en Zarzuela por Juan Carlos I. Se ha intentado ocultar su verdadero estado de salud pero poco a poco todo va saliendo a la luz, aunque ni tan siquiera el emérito quiera. Felipe VI siempre le ha pedido que se mantuviese en un perfil bajo, es uno de los requisitos para que en algún momento pudiese volver a España, pero no ha cumplido en ningún momento con la promesa. Aún y todo deberá abandonar Abu Dabi tras cinco años en el exilio por su estado de salud. El marido de la reina Sofía tiene claro que no quiere morir solo a miles de kilómetros de su país ni ver como su cuerpo es repatriado. Sería incluso una humillación para el actual rey.

Juan Carlos de regata / Gtres
Juan Carlos de regata / Gtres

Juan Carlos I cumplió a principios de año los 87 y empezó a mostrar un importante declive en sus salud. Hace más de una década que hace frente a serios problemas de movilidad. Sufre una artrosis muy avanzada que ha paralizado su pierna izquierda por completo. Cuando aparece públicamente se mueve con la ayuda de su personal de seguridad y su bastón, pero en el ámbito privado utiliza la silla de ruedas. Sería más cómodo para él pero no quiere hacerlo cuando hay prensa delante porque no quiere que le vean como a una persona totalmente dependiente.

Problemas de movilidad y demencia senil 

Las infantas Elena y Cristina han ejercido presión en todos estos años para que Felipe VI tome la decisión de trasladar a su padre. Los médicos han estado en contacto en todo momento con sus tres hijos, al corriente siempre del verdadero estado de salud del emérito, y han sido ellos los que finalmente han movido la balanza a favor del emérito. Debido a su salud es recomendable que Juan Carlos I esté cerca de sus familiares. Por este motivo se ha decidido que abandone los Emiratos Árabes y se instale en Portugal, ya no puede hacer viajes tan largos.

Pero no solo preocupa su movilidad, que se quedará en una silla de ruedas hasta el fin de sus días, sino también su “demencia senil”. Zarzalejos fue quien destapó que el emérito ha tenido algunos olvidos y despistes fruto de su avanzada edad.

"Hablo de leve incapacidad cognitiva. En su edad, sufre lapsus de memoria, más mediata que inmediata, y tiene mala relación con la realidad. Le impide hacer autoevaluaciones de sus conductas. Juan Carlos no tiene la percepción que sus conductas, que llevan a su expatriación, eran inaceptables e inapropiadas, y ya se verá si con consecuencias penales. Él se victimiza y se sitúa en una burbuja. No acaba de entender qué le pasa”, avanzaba Zarzalejos hace unas semanas.

Juan Carlos en una regata / EFE
Juan Carlos en una regata / EFE