La reina Letizia vuelve a ser centro de atención, esta vez no por su vestuario ni por sus discursos, sino por un detalle estético que ha dado mucho que hablar: el aspecto rejuvenecido de su cuello. Varias voces del sector estético coinciden en que este cambio podría deberse a uno de los tratamientos más sofisticados (y costosos) a los que se ha sometido hasta ahora. El precio estimado ronda los 7.000 euros, lo que lo situaría como la intervención estética más cara de las que se le atribuyen públicamente.

El cuello es una de las zonas más difíciles de tratar cuando se busca un efecto de rejuvenecimiento real sin cirugía. Según expertos, mejorar esta área requiere técnicas avanzadas, aparatos de última generación y, sobre todo, precisión. Por eso, no es extraño que un tratamiento de este tipo alcance cifras tan elevadas. En el caso de Letizia, varios profesionales consultados han apuntado que este retoque podría combinar láseres tensores y tecnologías de retracción cutánea, lo que explicaría el notable efecto de firmeza y tersura que se ha observado en sus últimas apariciones.

Letizia en su visita a Montserrat
Letizia en su visita a Montserrat

A diferencia de otras zonas del rostro, donde los retoques pueden ser más sutiles y de menor coste, el cuello exige procedimientos más completos. Y si bien Letizia siempre ha mantenido un perfil discreto respecto a este tipo de cuestiones, su imagen pública muestra una evolución estética que, sin ser radical, deja entrever intervenciones bien planificadas.

Una mejora estética discreta pero de alto nivel

Los especialistas coinciden también en que este tipo de tratamientos no dejan marcas visibles, lo que los hace ideales para personas expuestas a cámaras y actos públicos de forma constante. El resultado es una piel más firme, sin flacidez ni arrugas profundas, con un acabado natural que no altera las facciones ni modifica la expresión.

En conjunto con otros retoques menores que se le han atribuido en el pasado —como bótox en la frente, hialurónico en pómulos o definición mandibular—, esta intervención en el cuello marcaría un salto en cuanto a inversión estética. No solo por el coste, sino por el nivel técnico que implica.

En definitiva, el rejuvenecimiento del cuello no solo ha sido efectivo, sino también significativo: tanto por los resultados como por lo que supone en términos de cuidado, planificación y presupuesto. Una apuesta estética que, según los expertos, destaca entre las más complejas y caras en la trayectoria de Letizia.