La noticia de que Máxima de Holanda, junto a su esposo Guillermo, recibirá pronto la visita de su madre, María del Carmen Cerruti, ha sacudido las estructuras de la monarquía neerlandesa. Según informes recientes de la prensa alemana, el matrimonio real recibirá la visita de Carmen Cerruti en las próximas semanas, lo que podría significar un cambio significativo en sus vidas. Parece ser que la insistencia de Máxima de Holanda, de 52 años, para que su madre se traslade a La Haya ha dado sus frutos, ya que varios medios holandeses y alemanes reportan que la mudanza al palacio de Huis ten Bosch es inminente.
La noticia representa un gran alivio para la reina, quien seis años después de la trágica muerte de su hermana Inés, finalmente ha logrado que su madre acepte su propuesta de vivir junto a ella y sus tres hijas. Es importante destacar que, a pesar de que Carmen pasaba temporadas en Holanda y tenía su propio dormitorio en el palacio, su residencia oficial seguía siendo Buenos Aires, distante de todos sus hijos. Sin embargo, parece que el pueblo holandés observa con recelo esta decisión. La presencia de Carmen en la residencia real no es algo nuevo. Durante el Estado de Alarma por Covid-19, debido a las restricciones de viaje, Carmen Cerruti se vio obligada a quedarse en el palacio con su hija, yerno y nietas. Sin embargo, su prolongada estancia despertó críticas y debates sobre si era apropiado que la madre de Máxima disfrutara de las comodidades reales.
El pasado político oscuro de Máxima de Holanda
El pasado político de la familia también añade un elemento de controversia. Jorge Zorreguieta, esposo de Carmen, fue asociado con el régimen de Videla durante la dictadura militar en Argentina. Esto ha dejado una sombra sobre la familia, ya que Zorreguieta fue acusado de participar en violaciones de derechos humanos durante ese período. Aunque la relación de la familia con ese pasado oscuro ha sido difícil, se han enfrentado a diversas restricciones y rechazos, como cuando se les prohibió asistir a la boda de Máxima con el príncipe Guillermo Alejandro.
La reina Máxima se enfrenta a las críticas del pueblo holandés
Aunque no hay confirmación oficial de la mudanza por parte de la Casa Real neerlandesa, estas informaciones han puesto nuevamente bajo escrutinio a la reina Máxima. A pesar de su dedicación a la Corona y su vínculo cercano con su familia en Argentina, la decisión de traer a su madre al Palacio Real ha avivado el debate sobre la idoneidad de la situación. Para Máxima, la presencia de su madre significa un apoyo emocional invalorable, especialmente después de la pérdida de su padre y su hermana en años anteriores.
La mudanza de Carmen Cerruti al palacio representa no solo un apoyo para la reina, sino también la seguridad de saber que su madre está cerca y bien cuidada. En un momento de agitación y crítica, la reina Máxima enfrenta el desafío de equilibrar su papel como monarca con las expectativas y preocupaciones de sus ciudadanos. La llegada de su madre al palacio de Huis ten Bosch marca un capítulo nuevo y controvertido en la historia de la familia real holandesa.