En motivo del día del Orgullo Gay, está previsto un gran acontecimiento internacional virtual que se hará el 27 de junio. Por causa de la crisis del coronavirus, este año el grueso de celebraciones del Global Pride tendrán lugar a través de internet. Una serie de actos reivindicativos que contarán con el apoyo de la princesa Mary de Dinamarca, la mujer del príncipe heredero Frederic, que hará de oradora.
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Abanderada de los derechos del colectivo LGTBI, la princesa danesa se ha manifestado en varias ocasiones a favor de la causa. En el año 2018 fue galardonada con el Premio Rainbow (arco iris) de Dinamarca por su compromiso con la lucha contra la discriminación sexual o de género, y también se pronunció por los derechos de los homosexuales, bisexuales y transexuales con un emotivo discurso en el Día Mundial contra la Homofobia y la Transfobia del 2016. Pero las acciones de la futura monarca escandinava distan mucho del papel que ha jugado reina de España en el combate por los derechos de las personas LGTBI.
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No, Letizia no se ha implicado nunca en las reivindicaciones del día del Orgullo Gay. Tampoco lo ha hecho el rey Felipe VI. Oportunidad perdida para hacer explícito su apoyo a una causa social e intentar mostrar una cara amable y moderna de la casa real española. Más todavía cuando las encuestas sitúan a la monarquía como una de las instituciones que los ciudadanos peor valoran. Pero es que mientras los reyes de España guardan silencio y se ponen de perfil, otros miembros de la familia real se vanaglorian de apoyar a un partido político homófobo que busca, precisamente, acabar con algunos de los derechos que el colectivo LGTBI ha alcanzado en las últimas décadas: Froilán y Victoria Federica, sobrinos de Felipe y Letizia, simpatizantes de Vox y pillados en algunas movilizaciones de la extrema derecha.