Antes que Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien ocupaba los pensamientos de Juan Carlos I era una mujer de Palma, Marta Gayá. Una amiga 'especial' del monarca que según algunas voces,habría sido algo más a finales de los 80, comienzos de los 90. De hecho, en el diario El Español llegaron a escribir que el rey emérito le habría preguntado al jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, "¿Es que no puedo hacer como lo hacen miles de españoles?" en relación a un posible divorcio de Sofía para irse con ella.

Marta Gayá GTRES

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La decoradora es una de las mujeres que nunca han fallado a Juan Carlos y después de tener lo que fuera que tuvieran, han seguido manteniendo la amistad con el paso de los años. No es de extrañar, teniendo en cuenta que el padre de Felipe se ha desvivido por ella, estuviera o no Sofía delante. Prueba de eso es lo que escribe Pilar Eyre en Lecturas esta semana, cuando recordaba unos hechos de 1991. En una cena de homenaje al Agá Khan en el Club Náutico de Palma presidido por los reyes, Sofía "se fue muy disgustada ​porque don Juan Carlos la dejó plantada para sentarse con Marta Gayá, su ‘novia’, que estaba con el matrimonio Vilallonga". El matrimonio y Marta Gayá llegaron tarde al acontecimiento, cosa que no está nada bien vista si hay unos reyes de por medio. Sin embargo, Juan Carlos abandonó la mesa presidencial para ir a hacerles compañía.

joan carles agá jan

Efe

Un año más tarde, durante el santo del padre de Juan Carlos, Don Juan de Borbon, la única reina que asistió fue Sofía, "sola y llorosa. Don Juan Carlos estaba en Suiza junto a Marta Gayá, enferma de depresión". Ahora, con todo lo que está cayendo en torno a la figura del rey, quien ha decidido poner pies de por medio y marcharse de Palma ha sido la misma Gayá. Con Juan Carlos ausente, quien ha decidido no volver ha sido su amiga. La mallorquina, que ha pasado media vida allí, hace tiempo que prefiere vivir gran parte del año en Suiza. Y ahora, según Vanitatis, ha puesto en venta su piso de 300 metros cuadrados con vistas al mar del paseo marítimo de Palma, una de las más buscadas. Unas casas que no bajan de los 600.000 euros. Gayá, una mujer discreta y fiel amiga, formó parte de lo que se conoció como la "corte mallorquina" de Juan Carlos. Una corte que poco a poco va abandonando a un rey cada vez más cuestionado.