Juan Carlos I tiene muchos contactos alrededor del mundo, algunos incluso le deben muchos favores de la época en la que él era rey de España. Ellos le agasajan con regalos millonarios y él mueve hilos para cumplir con sus peticiones. Son muchos los que le están muy agradecidos, como el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan. Es uno de los hombres más poderosos de la familia real de Abu Dabi. Este año fue noticia porque adquirió una yeguada valorada en 28 millones de dólares y un castillo del siglo XVIII en Normandía.

En España también tiene su patrimonio. En Badajoz adquirió la finca Los Quintos de San Martín, propiedad de la saga Mora-Figueroa, referente en el sector agroindustrial. El jeque destina este terreno a la cría y procesado de corderos. Es una finca de unas 8.000 hectáreas, por la que Mansour pagó 55 millones de euros. Ubicada en Valencia de las Torres, a tan solo unas tres horas en coche de Lisboa, Portugal. Curiosamente, donde estaría viviendo en la actualidad el padre de Felipe VI.
La familia real de Dubai ha ayudado a Juan Carlos I en el exilio
Para añadir más sal al asunto, el terreno adquirido por Mansour es una de las zonas de caza de Juan Carlos I, según Elcierredigital. El emérito y el jeque son amigos íntimos desde hace muchos años. Es dueño de la petrolera Cepsa. En estos cinco años del padre de Felipe VI en el exilio ha sido su hombre de confianza, le ha ayudado en todo.
Juan Carlos I siempre ha tenido una relación muy estrecha con la familia real de Abu Dabi. En 1981 se conocieron por primera vez. Fue el primer viaje oficial de los eméritos a los Emiratos Árabes. Allí trabó amistad con el emir Zayed II, a quien llegó a condecorar con la distinción de “hermano”. Esa relación se extendió a los hijos del patriarca emiratí: Jalifa, Mohamed y el propio Mansour..
Desde que el emérito abdicó viajó en numerosas ocasiones a Abu Dabi y la relación se fortaleció. En la capital de los Emiratos, Juan Carlos I ha asistido a eventos como el Gran Premio de Fórmula 1. Un evento celebrado en el conocido circuito de Yas Marina. El marido de la reina Sofía ya tenía todo preparado cuando anunció su exilio. Ellos fueron los primeros en ofrecerle casa y seguridad. Nada más llegar se instaló en una de las mansiones del jeque. Es justamente en esta residencia donde Juan Carlos I celebró su 87 aniversario.
