Este verano los reyes Felipe y Letizia no han parado demasiado por casa. Primero fue Marivent, donde fueron, como siempre, a pasar unos días de vacaciones con el resto de la familia: sus hijas Leonor y Sofía, la abuela Sofía, la tía Pecu Irene, la recepción a las autoridades baleares... Felipe se pasó los días yendo a navegar con sus amigos. Su mujer, la princesa y la infanta, no. Pasan de barco. A ellas las hemos visto en festivales de cine, de tiendas o paseando por las calles de Palma. Después, destino secreto de los monarcas y familia para seguir, como siempre hacen, de incógnito, disfrutando del tiempo libre.
Recepción ofrecida por los Reyes, acompañados por la Princesa de Asturias, la Infanta Sofía y la Reina Sofía, a las autoridades de las Illes Balears y a una representación de la sociedad balear en el Palacio de Marivent.
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) Augusto 4, 2025
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Unas vacaciones, sin embargo, que redujeron para volver a aparecer ante todo el mundo la semana pasada por la gravedad de la situación con los numerosos incendios de la península. Los reyes han estado poco en Zarzuela, han pasado poco por casa, pero ahora volverán a su día a día y a las agendas respectivas, repletas de citas. Pero eso no quita que cuando vuelvan a hacer vida de manera repetida en palacio, lo quieran más limpio que los chorros del oro, como diría aquel. Una obsesión por la higiene de casa, como tiene que ser, que está basada en un "ritual secreto de limpieza", una costumbre que el Borbón y su mujer hacen aplicar de manera sistemática cuando se trata de tener su casa bien limpia y presentable. Explica la revista Lecturas que a pesar de la imagen que pretenden mostrar en público de modernidad, "tras las puertas del Palacio de la Zarzuela la rutina se vuelve mucho más rigurosa, casi ceremonial". Y es que la limpieza en Zarzuela no es solo una tarea del hogar, es un "auténtico protocolo institucional".
Ya sabemos cómo de obsesiva es Letizia, cómo le gusta tenerlo todo bajo control. Y en materia de higiene y limpieza, todavía más. La suya y la de su casa. En la Casa Real española, "nada queda al azar. Desde el primer día, los trabajadores de limpieza reciben una formación exhaustiva que regula hasta el más mínimo detalle". Y cuando hablamos del más mínimo detalle, hablamos incluso de "qué bayeta utilizar, cómo pasar la mopa, qué productos están permitidos y cuáles no". Hasta aquí llega el control. Y atención porque dos instrumentos de limpieza se llevan la palma, nunca faltan: "la aspiradora con tubo telescópico y las bayetas de microfibra. Si en Buckingham Palace se usaba vinagre blanco para limpiar los grifos, en Zarzuela los reyes imponen el uso de las bayetas no abrasivas o de microfibra".
Según se indica en el contrato con la empresa encargada de la limpieza en Zarzuela, "los baños deben recibir una limpieza escrupulosa y metódica. Para Felipe y Letizia, los baños son un punto de referencia del grado de higiene” de la residencia oficial.