La infanta Elena es la más Borbón de toda la familia. Fiel defensora del reinado de Juan Carlos I. Desde que se exilió a los Emiratos Árabes se ha convertido en su sombra. Nunca ha estado de acuerdo con Felipe VI en esa decisión, y es algo por lo que han discutido en numerosas ocasiones. Su hermana se ofreció a quedarse con él en Madrid, de hecho reformó su casa para adaptarla a personas con movilidad reducida. En estos cinco años le ha visitado en más de 60 ocasiones, sin contar todas las veces que le acompaña a Galicia para participar en las regatas. La madre de Victoria Federica y Froilán sabe que su progenitor está muy mayor y no quiere dejarle solo en estos momentos. Es su máximo apoyo.

Esta semana han estado juntos en Sanxenxo. La infanta Elena ha pedido unos días libres para entrenar con él. Esta semana han puesto rumbo a Nueva York, donde ambos participarán en el Campeonato del Mundo de Vela, aunque puede ser algo muy decepcionante para el emérito, ya que no se encuentra en las mejores condiciones. Pero sabe que si le quitan sus aficiones ya se acaba todo.
Juan Carlos I no puede competir en Nueva York
Juan Carlos I preocupa mucho a sus hijos. Los médicos se han reunido con ellos y les han compartido el diagnóstico. El emérito padece serios problemas de movilidad desde hace décadas por una artrosis severa que ya le ha inmovilizado prácticamente su pierna izquierda. Le recomiendan que utilice una silla de ruedas pero se niega en rotundo. Se apoya en su bastón y en el personal de seguridad.
Este fin de semana quiso reunirse con sus familiares y amigos para celebrar los 50 años de monarquía, cerca de 40 con él en el trono. Los invitados se subieron a varios jets privados y se dieron cita en una batea. Entre los invitados estaba la infanta Elena, su nieta Irene Urdangarin, o su sobrina Simoneta.
La infanta Elena estaba muy preocupada por su progenitor porque había realizado demasiados esfuerzos. Su cuerpo ya no aguanta ese ritmo aunque él no quiera ser consciente de ello. Está a punto de cumplir 88 años. No anda bien y con unos vinos la situación se vuelve insostenible. Tuvieron que ayudarle a llevarlo a la cama y al día siguiente no se podía mover de tanto dolor. Prácticamente no se aguantaba en pie. Fue una noche negra en Zarzuela. Una situación muy complicada. Sus hijos se negaron a que fuese a Nueva York para competir.
