Leonor ha llegado al ecuador de la travesía con el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Seis meses en los que tendrá la oportunidad de conocer ocho países distintos. Ya ha tenido la oportunidad de visitar Brasil, Uruguay y Chile. Pronto desembarcará en Perú y posteriormente Panamá para llegar a Estados Unidos. Sin duda los primeros meses fueron los más complicados de esta aventura, ya que el tiempo de navegación era más largo de un país a otro. Por ejemplo, de España a Brasil pasó tres semanas sin salir del barco, 21 días de navegación en un mar demasiado revuelto y navegando por primera vez. A diferencia de sus compañeros, la hermana de Sofía tan solo había realizado tres meses previos de instrucción, mientras ellos tres años. Por ello sufrió fuertes mareos y vómitos durante los primeros días. Tuvo que confinarse en su camarote y ausentarse de algunas clases. Incluso el equipo médico tuvo que intervenir administrándole suero por vía para la deshidratación y biodramina en pastillas cada ocho horas. Lo peor también llegó cuando tuvo que pasar la noche a la intemperie en la cubierta para realizar la guardia. Recibió un fuerte golpe con una ola de cinco metros de longitud que zarandeó todo el barco. En muchas partes de la travesía ha tenido que enfrentarse a mala mar y fuertes vientos. No ha sido un camino nada fácil.

Leonor con la vela

Leonor hace frente a la noche más dura de los últimos tres meses 

La princesa ya no aguanta más este ritmo. Está siendo una formación muy dura y no se encuentra en la forma física adecuada para superarla. Saque la nota que saque, Leonor siempre recibirá el mayor reconocimiento y la máxima condecoración de todos los ejércitos, esa puntuación no perjudicará al resto porque es totalmente independiente. Por ello algunas de las fases de instrucción ni tan siquiera las realiza. Solo aparece en algunas ocasiones para que Casa Real pueda ofrecer fotografía y vídeos de sus días en alta mar.

Esta última noche, a punto de llegar a Perú, ha sido una de las peores que han vivido todos los guardiamarinas, pero en especial Leonor. La princesa ya está acostumbrada a alguna que otra noche así, pero en esta ocasión hasta el velero estuvo a punto de perder el control. Se encontraron con una fuerte tempestad y con el mar totalmente embravecido. Una noche de muchos sobresaltos en la que no pudo conciliar el sueño. Totalmente agotada, tuvo que continuar con el siguiente día.

Leonor está muy agobiada con todo lo que está viviendo en tan poco tiempo y pide a sus padres volver a España.

Leonor en el Elcano / Casa Real