La princesa Leonor afronta los últimos compases de su travesía a bordo del Juan Sebastián Elcano, pero no todo está siendo una experiencia enriquecedora. En la madrugada del pasado miércoles, el ambiente en el buque escuela se tornó tenso e incómodo, dando lugar a un episodio que ha sido descrito como una “madrugada negra” entre la tripulación. Y en el centro de todo, una Leonor visiblemente afectada y encerrada en su camarote durante horas.
La heredera al trono lleva más de cuatro meses y medio navegando, tras zarpar el pasado 11 de enero desde Cádiz, y ha recorrido miles de millas tocando puertos en Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Colombia y República Dominicana. Sin embargo, a pesar de la solemnidad del viaje y de los aprendizajes propios del entrenamiento militar, la convivencia y las emociones también juegan un papel fundamental. Y esta vez han pasado factura.
Leonor encuentra un ‘amigo especial’ a bordo del Elcano
Según fuentes próximas al entorno del buque, Leonor se ha visto envuelta en una situación emocionalmente delicada que se ha salido de control. Durante las escalas, especialmente en Brasil, se la ha visto en actitud muy cercana con un joven madrileño de familia influyente, con quien habría compartido largas conversaciones, paseos por la playa y hasta algunos gestos más íntimos. El paparazzo que hizo las fotos en Brasil, cuando ambos estaban en una fiesta, asegura que incluso se besaron en público, pero no pudo captarlo por la intervención de la escolta.

Pero lo que en un principio parecía una aventura juvenil sin más trascendencia ha derivado en un conflicto incómodo. Algunas voces dentro del barco comenzaron a sospechar de las verdaderas intenciones del joven, al que describen como ambicioso y con un historial de rodearse de personas influyentes en busca de beneficios personales. Estas sospechas no tardaron en llegar a oídos de la princesa, quien, con el paso de los días, comenzó a notar comportamientos extraños por parte del joven, como su insistencia en fotografiarse junto a ella. Y nos revelan que la joven, que no quiere compromisos extremos, ha tomado algo de distancia.

La princesa Leonor pone distancia
Leonor no ha sido tajante. No es que no quiera saber nada más de él. Simplemente ha apelado a que no quiere ligarse ni comprometerse con nadie. Especialmente por las habladurías que se generan en la prensa. No quiere ir acumulando ex novios ni que el joven se haga ilusiones. Y ha advertido de que, una vez salgan del barco, no sabe lo que pasará. Puede que la cosa no vaya más allá de ser un ‘amigo especial’.
Una postura que, sin embargo, incomprensiblemente, no ha gustado al joven, generando malestar entre ellos. Ha habido reproches. Hasta el punto de que Leonor ha llegado a encerrarse en su camarote durante horas hasta calmar el ambiente entre ambos. Con la llegada a Nueva York prevista para el 5 de junio, la prioridad ahora es que Leonor cierre esta etapa de forma serena, y sin más sobresaltos que puedan empañar lo que debía ser una travesía tranquila.