El rey Juan Carlos piensa dar guerra hasta el final. Después de que su hijo le diera una patada hace años y lo obligara a ir a vivir en el retiro dorado de Abu Dhabi, el Borbón lleva todo este tiempo en la distancia insistiendo en su inocencia, presentándose como si fuera poco menos que un santo, y no ha parado nunca de pedir a Zarzuela que le dejen volver a Zarzuela. Pero su hijo Felipe no está por la labor y se mantiene firme: no quiere que su padre y sus polémicas manchen el presente y el futuro de la monarquía española y su hija y futura reina, Leonor, más de lo que ya lo ha hecho en el pasado.

Un pasado lleno de polémicas, donde Juan Carlos ha estado en muchos fregaos y donde hasta ahora, se ha ido de rositas. Juan Carlos, sin embargo, sigue con una obsesión: volver a España. De momento no podrá ser, pero lo que sí será es que hará las maletas de los Emiratos Árabes para venir a vivir cerca de un país donde hasta hace no mucho le reían todas las gracias. El emérito ha tomado una decisión: la de instalarse con su fortuna dos mil millonaria, poniendo punto final a su etapa en el Golfo Pérsico. Han sido 5 años desde que el verano en plena pandemia fijaba residencia en el desierto de Abu Dhabi, pero el emérito le ve ya las orejas al lobo y a las puertas de cumplir los 88 años el próximo mes de enero, y a pesar de sus cada vez mayores problemas de movilidad, quiere fijar su residencia en Portugal, cerca de España, pero especialmente, más que cerca de Zarzuela en Madrid, cerca de Sanxenxo, en Galicia, donde seguir haciendo lo que le sale del moño con sus amigos de regatas y festines pantagruélicos.

Un Juan Carlos que últimamente está revolucionado, poniendo demandas a tutiplén, como la que le ha enviado a Miguel Ángel Revilla, que si una persona está ligada a su pasado más conflictivo es una mujer. Y no nos refiramos a su mujer, la reina Sofía. Evidentemente, la que le ha cogido el lugar, no en palacio, pero sí en el imaginario colectivo, es su amante más célebre, la vedette Bárbara Rey. La televisiva lleva un año y medio de polémica en polémica, desde que su hijo vendió unas fotos a una revista holandesa con ella y Juan Carlos en la terraza de su casa y comiéndose a besos. Desde entonces, declaraciones de los unos y los otros, con los puñales que van que vuelan. Y Rey ha decidido que ya es suficiente de este color y ha desembuchado.

¿Dónde? En un libro, "Yo, Bárbara. Mis memorias", que en teoría estaba guardado en un cajón, pero que ahora verá la luz más pronto de lo que se preveía. En principio, se tenía que publicar una vez ella falleciera, pero ha cambiado de idea: "Me he decidido a adelantarlo obligada por los acontecimientos que han marcado mi vida en el último año y medio. Se me ha acusado de muchas cosas que son falsas, y ya es hora de contar mi verdad y desmentirlas. Cuento un montón de cosas que me han ocurrido, porque parece que solamente se habla del monotema". Qué se podrá leer? Muchas cosas de la vida de la vedette, familiar y profesional, y, of course, su relación con el emérito. Pero ya avisa que "Han dicho que me meto con la Reina Sofía en mis memorias, y mienten, porque ella no forma parte de mi vida y no aparece en mi autobiografía".

Muchas preguntas que pronto tendrán respuesta, y es que ya hay fecha de publicación, el próximo 12 de junio. Un día marcado en rojo en el calendario del emérito, que ya tiembla y tiene pesadillas por leer qué dice de él, qué revela, su amante más famosa: "No he sido, una mujer vengativa. Nunca me meto con nadie ni le hago daño a nadie. Lo único que le puedo asegurar es que el libro es muy bueno, muy entretenido, y que la gente se lo va a pasar muy bien leyéndolo. Y que ellos decidan si es polémico…"... Ganas de leerlo. Juan Carlos, no tantas.