Letizia proyecta una imagen impecable con el objetivo de ser la mejor soberana del mundo y liberarse de la sombra alargada de su suegra, Sofía. Su actitud es fría y calculadora, lo que posiblemente la lleve a cometer su mayor error: distanciarse de la ciudadanía, incapaz de conectar con el pueblo español. A pesar de las dudas iniciales sobre su capacidad para adaptarse a su posición, Letizia ha demostrado ser una competente reina, construyendo su camino desde cero con evidentes logros. Sin embargo, lo que muestra en público no refleja necesariamente su vida privada, especialmente en el hogar real con su familia.
Una mujer que mantiene una dieta equilibrada, realiza ejercicio diario para mantener su cuerpo tonificado y se somete a tratamientos estéticos para preservar la juventud de su piel, Letizia aún lucha contra un vicio oculto que persiste a pesar de sus intentos y gastos considerables.
En el libro "Letizia. Una reina impaciente" del periodista argentino Leonardo Faccio, se revelan algunos de los vicios de la esposa de Felipe VI. Aunque ahora trata de ocultarlos, la madre de Leonor y Sofía vivió intensamente durante sus años universitarios, enamorándose de su profesor a los 17 años y casándose con él. Aunque en público ha abandonado ciertos hábitos, como tomar el sol desnuda en la Costa Brava o hacer auto-stop, aún persisten en privado.
Letizia es como Sofía y Juan Carlos, ella también fuma
La reina Letizia ha mantenido el hábito de fumar desde su juventud, especialmente en momentos de tensión, como los desafíos actuales con Felipe VI y la amenaza que representa la presencia de Iñaki Urdangarin para Zarzuela y el futuro de Leonor. A pesar de haber trabajado en la venta de cigarrillos en México, Letizia se ha convertido en defensora de la lucha antitabaco en público, aunque en privado aún se entrega a este vicio. Aunque no consume un paquete diario, lo hace en situaciones específicas para tranquilizarse, manteniendo esta práctica en secreto para preservar su cuidada imagen.
En este tiempo, Letizia afronta uno de los peores momentos de su carrera profesional y personal. Jaime del Burgo ha destapado el mayor secreto de Zarzuela. La reina no quería que esa información saliese a la luz porque terminaría teniendo consecuencias graves para su imagen, y efectivamente ha sido así. Ahora es vista como una mujer adultera. La monarca cumple con sus funciones, pero en su tiempo libre está “muy triste” y “devastada”. Por este motivo habría caído en su peor vicio, vuelve a fumar con mayor asiduidad, máxima preocupación en Zarzuela. A Felipe no le gusta.