Desde que Letizia Ortiz se convirtió en reina de España, su vida y la de su entorno más cercano cambió de manera drástica. El matrimonio con el rey Felipe VI no solo la catapultó al centro de la escena pública, sino que también abrió las puertas del mundo del lujo y los privilegios institucionales. Sin embargo, no todo el entorno que rodea a la reina ha estado a la altura de las expectativas, al menos según el sector de la moda de alta gama en Madrid.
Entre los nombres que más se repiten en las conversaciones discretas del sector está el de Paloma Rocasolano, madre de Letizia. Trabajadora sanitaria jubilada y conocida hasta entonces por su perfil discreto, Rocasolano habría pasado a moverse con naturalidad en el universo de las boutiques más exclusivas de la capital. Siempre junto a su hija, frecuentan tiendas de lujo donde, según fuentes del entorno comercial, no es raro que salgan con las manos llenas sin pasar por caja.

Paloma Rocasolano se aprovecha de los privilegios de la reina Letizia
Todo se movía en una dinámica habitual en la relación entre las marcas de moda y figuras como Letizia. La cesión de ropa a cambio de visibilidad es algo habitual. Pero el asunto empezó a generar malestar cuando las compras no pagadas incluían también artículos para Paloma, quien no ostenta ningún cargo oficial ni representación dentro de la Casa Real.
El caso más comentado ocurrió en una boutique de referencia del lujo español, donde Letizia seleccionó varios looks, lo cual entraba dentro de lo habitual para una reina. El problema fue que su madre hizo lo mismo: eligió bolsos, accesorios y prendas de temporada que, finalmente, no fueron abonados. La tienda, incómoda por la situación pero también temerosa de perder el vínculo con la reina, optó por guardar silencio, aunque con un creciente malestar.
Paloma Rocasolano también lo hace por libre
Cuando no han guardado silencio ha sido cuando Paloma ha llevado a cabo esta práctica, pero sin la compañía de su hija. Es decir, considerando que lo practicado con Letizia se había convertido en un privilegio adquirido por ser quien es. El problema es que la mala fama se la lleva la reina, pues se considera que es Letizia la que da luz verde a su madre para que se vaya sin pagar, aunque no sea así.

Se dice que algunas tiendas afectadas decidieron tomar medidas. Enviaron cartas formales a la Casa Real reclamando el pago de los artículos que Rocasolano había retirado. La respuesta, lejos de ser conciliadora, resultó contraproducente: las tiendas fueron vetadas de futuras colaboraciones y excluidas de eventos, estilismos y actos oficiales vinculados a Zarzuela.