Letizia es conocida por ser una mujer muy controladora, demasiado exigente incluso con ella misma, calculadora y muy distante, unos ingredientes que la han alejado completamente de la ciudadania, por ello sus asesores le han obligado a cambiar algunos aspectos en su forma de ser. Incluso Leonor y Sofía terminaron formándose fuera de España solo con la intención de alejarse del control excesivo de su madre. No podían hacer nada sin su autorización y siempre estaba detrás, en cierta forma es como si desconfiase de ellas.

De hecho, incluso en Gales mostró su control excesivo. Pidió a la autorización de la institución escolar un informe todas las semanas sobre el rendimiento de la princesa y la infanta en clase, así como su comportamiento, hasta quiso saber con que personas se relacionaban. También cambió el menú del centro por uno mucho más saludable. Donde no pudo ejercer el más mínimo control fue en la formación militar de la princesa.
Letizia ha reprendido a la princesa y la infanta en varias ocasiones por su comportamiento. Son adolescentes y sabe perfectamente que esa época es la más rebelde todas, además quieren experimentar y descubrir el mundo por sus manos. Tanto Sofía como Leonor hacían botellón en el pueblo cercano al internado de Gales. La futura reina suele frecuentar muchos pubs y discotecas, en Zaragoza y en Pontevedra salía prácticamente todos los fines de semana, por eso no quería ir a Zarzuela. También se la vio en una ocasión fumar cigarros electrónicos, pero Casa Real ocultó la imagen. No sería bueno que se descubriesen los vicios de la princesa y la infanta.
El control excesivo de Letizia con Leonor y Sofía
La reina Letizia es muy estricta con sus hijas, Leonor y Sofía, en lo que respecta al consumo de alcohol, tabaco o cualquier tipo de vicio. Está decidida a mantenerlas alejadas de ese tipo de hábitos, y por eso toma precauciones cada vez que salen con amigos. Supervisa que no hayan ingerido bebidas alcohólicas ni fumado, con el objetivo de preservar su conducta ejemplar ante la sociedad. Considera que, como representantes de la Corona, deben proyectar una imagen impecable, al menos en el ámbito público. En ciertas ocasiones, incluso ha solicitado pruebas médicas para descartar el consumo de drogas, sobre todo en el caso de la princesa Leonor, ya mayor de edad y con mayor independencia al residir fuera del entorno familiar. Los resultados siempre han sido negativos. Estas pruebas se llevan a cabo con total discreción por parte del personal médico encargado de la salud de la familia real.
