Letizia es una mujer muy calculadora y controladora, demasiado exigente consigo misma y con el resto. Los empleados de Zarzuela están muy cansados de ella. Aunque no se hace público en la mayoría de los casos, muchos trabajadores dimiten cansados de sus estrictas normas y el control excesivos. Trabajar a la órdenes de la monarca es un verdadero infierno. Algo que no es la primera vez que se comenta y que podría ser uno de los motivos principales del abandono de Ocaña, su mano derecha en Casa Real. Después de muchos años a su servicio ha dimitido porque ya no aguanta más la presión, le provoca mucho estrés y ansiedad. Ocaña controlaba la seguridad de los miembros de la corona, especialmente los de la reina. Tenía que hacer demasiados movimientos para que nadie se percatase de su doble vida.

Laura Rodríguez analiza en uno de sus últimos vídeos el despido de María Ocaña después de años al servicio de Letizia y no duda en arremeter duramente contra la monarca. Según le han contado, la reina tiene un mal comportamiento con los trabajadores a su servicio. Les insulta y les grita cuando algo no está como a ella le gustaría. “Ella humilla a los demás”, comenta la periodista. Algo que Laura no entiende. No entiende cómo puede tener ese comportamiento con los trabajadores porque, al fin y al cabo, ella ahora es reina, pero no es de sangre azul, fue durante muchos años una plebeya y nació en una familia muy humilde. Tendría que ser mucho más consciente y empática. Se cree superior al resto, “es una mujer déspota”.
A Letizia nunca le han importado sus trabajadores
Letizia muestra una faceta en público que no es la misma que en su vida privada. Intenta dar una buena imagen por su beneficio, pero no se solidariza con ningún tema ni los problemas de ninguna persona, mucho menos las que están a su servicio, como se ha demostrado. Fue capaz de fotografiarse al lado de Irene de Grecia cuando se comunicó que padecía Alzheimer, pero en Zarzuela no la visita ni un solo día. Lo mismo sucede con la DANA en Valencia, mostró todo su apoyo para conseguir una buena imagen por parte de la ciudadania, pero no es un tema con el que no duerma por las noches.
Personas cercanas a ella siempre han explicado que Letizia realizaba llamadas de madrugada en las que grita e insulta a sus trabajadores. Así lo explica Joaquin Abad y Javier Bleda en un directo con Laura Rodríguez. En el caso de Ocaña, no tenía vida. Le hacía estar en contacto 24 horas al día. A veces la llamaba a las cinco de la madrugada y la trataba de formas que no son ni medio normales.
