Máxima preocupación en Zarzuela. Silencio absoluto respecto a los rumores que surgen sobre la situación de Irene de Grecia. La conocida como tía Pecu no atraviesa un buen momento de salud. Hace tres años se confirmó que la hermana de la reina Sofía padece Alzheimer, la enfermedad del olvido. Aunque ha contado con personal sanitario las 24 horas del día y ha estado revisada por los mejores neurólogos, la enfermedad ha avanzado a pasos agigantados. A día de hoy no puede levantarse de la cama, ha olvidado funciones básicas, es una persona totalmente dependiente, y no recuerda nada ni a nadie. La tristeza inunda a toda la familia al verla así. Ha sido una persona muy importante en la vida de los Borbón, ya que se instaló en Zarzuela hace más de cinco décadas. Para Felipe VI, Cristina y Elena es como una segunda madre, ella se encargaba de sus cuidados cuando eran pequeños, ya que sus padres, como reyes, tenían muchos compromisos institucionales.

Ahora mismo la situación es crítica no solo por ella sino también por la reina Sofía. Irene es su hermana, pero también su amiga y su confidente, su máximo apoyo dentro de las infranqueables paredes de Zarzuela. Le ha acompañado en los peores momentos y ahora se ha quedado sola con un dolor muy grande. Justo la enfermedad de Irene llegó en el momento de la muerte de Constantino de Grecia, su otro hermano. La emérita siente que se ha quedado sola, con una familia rota. Por este motivo podría sufrir una depresión severa. Según Pilar Eyre, se encierra en su habitación y no quiere salir. Apenas come y duerme, síntomas claros de la enfermedad. Tampoco quiere recibir visitas.
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En el último año, Casa Real ha decidido no enseñar a Irene. La octogenaria no ha aparecido en ningún acto familiar y privado. En sus últimas apariciones ya se la pudo ver con el rostro demacrado, la mirada perdida y en silla de ruedas.
Toda la familia se ha volcado en Irene de Grecia. Por eso las visitas a Zarzuela de los Borbón son mucho más recurrentes, algo que molesta considerablemente a Letizia. La monarca no quiere a la familia de Felipe VI en casa, pero no puede hacer nada. Son visitas constantes.
Cuando se anunció la enfermedad, Letizia fue la primera que se agarró del brazo de Irene para las fotografías y limpiar su imagen, pero realmente no se preocupa nada por ella. En estos tres años no ha ido ni un solo día a verla, y eso que viven en el mismo recinto, a tan solo 900 metros la una de la otra. Unos 10 minutos andando.
