La historia de amor entre Irene Urdangarin y Juan Urquijo, que en un principio se presentó como un cuento de hadas, ha terminado de la peor manera posible. Los jóvenes no han aguantado ni un año juntos. Ha sido una historia de amor marcada por reproches, acusaciones y ha terminado con un enfrentamiento abierto entre dos familias de la alta sociedad española. La infanta Cristina, madre de Irene, no ha podido quedarse callada ante lo que considera un ataque directo contra la dignidad de su hija. Juan Urquijo la quería mucho, pero ahora habla muy mal de ella. No la puede ni ver.

Desde que se conoció la ruptura, los comentarios procedentes del entorno de Juan han circulado con fuerza en Madrid. Describen a Irene como “descerebrada”, “infantil” y sin rumbo, asegurando que en Londres lleva una vida de excesos, saliendo de jueves a domingo y sin mostrar madurez suficiente para un compromiso serio. Algunos han llegado a decir que “ha salido al padre”, en una comparación que ha dolido especialmente a Cristina.
Los Urquijo y los Borbón enfrentados por la ruptura de Irene Urdangarin y Juan Urquijo
El malestar en la familia Borbón Urdangarin es mayúsculo. No solo por el tono de las críticas, sino también porque los Urquijo han dado a entender que el final de la relación se debió exclusivamente al comportamiento de Irene, ocultando lo que para los más cercanos fue el verdadero detonante: la aparición en escena de un joven británico, alto y rubio, con quien la sobrina del rey Felipe VI estaría comenzando una discreta relación.
Este detalle explicaría el profundo dolor de Juan, que no ha encajado bien la idea de ser reemplazado tan pronto. Según se comenta en círculos privados, fue Miguel, el hermano de Irene, quien terminó contando en confidencia que las críticas hacia su hermana circulaban ya por todo Madrid, algo que terminó por encender los ánimos en la infanta Cristina.
A día de hoy la distancia entre las dos familias es insalvable. Lo que empezó como un romance entre dos jóvenes con apellidos ilustres ha acabado convertido en un conflicto entre los Urquijo y los Borbón Urdangarin, con reproches que difícilmente podrán cicatrizar. Irene, mientras tanto, se refugia en Londres, intentando pasar página y seguir adelante con su vida, mientras su madre, dolida y molesta, no oculta que defenderá a su hija “por encima de todo”.
