La semana pasada se cumplieron dos décadas de la boda de Felipe VI y Letizia, uno de los acontecimientos más importantes del nuevo siglo. Sin embargo, los reyes no hicieron ninguna mención a este día tan especial. Su agenda estaba vacía de compromisos institucionales pero porque volarían a Gales para asistir a la graduación de la infanta Sofía. Ni tan siquiera Casa Real compartió en sus redes sociales momento de ese día, ni una colección de imágenes del matrimonio a lo largo de estos años. Con este movimiento, desde Zarzuela confirman las últimas teorías, el matrimonio de los monarcas es inexistentes desde hace años. Habrían seguido los pasos de los eméritos y cesaron la convivencia, ya que su intención era divorciarse, pero la situación de la corona en aquella época no era precisamente la mejor.

Ya no hay ni un solo gesto de cariño entre Felipe VI y Letizia, ni tan siquiera cuando están sus hijas delante. Desde que Jaime del Burgo rompió su silencio y especuló con una posible infidelidad de la reina al rey, creen que ya no es necesario ocultarse. Cada uno hace su vida por separado. Solo coinciden en algunas actos institucionales o familiares. Tiene que ser una razón de peso. Casa Real les obligó a veces a compartir un plan de cine y restaurante como tenían acostumbrados a los ciudadanos. Como dijo Pilar Eyre, a día de hoy tan solo serían “un equipo de trabajo”.
Letizia y Felipe VI se separan para siempre
Desde hace más de un año, la periodista Laura Rodríguez sostiene que el rey Felipe VI estaría involucrado sentimentalmente con una acaudalada heredera vinculada al linaje de Franco, mientras que la reina Letizia mantendría encuentros con un empresario catalán cuya identidad aún no ha salido a la luz. Estos encuentros, según se dice, tendrían lugar fuera del país para evitar el foco mediático. La condición principal es mantener estas relaciones en la más estricta confidencialidad, tarea que recaería en los escoltas reales.
Recientemente, Rodríguez ha propuesto una nueva hipótesis: Letizia estaría vinculada sentimentalmente a un reconocido cineasta. Amante declarada del cine, la reina ha asistido frecuentemente a salas de proyección, tanto con el rey como con sus hijas, para disfrutar de los estrenos más populares. Además, ha visitado varios rodajes, y fue en uno de ellos, en 2016, donde conoció a un director por cuyas películas sentía gran admiración. Desde entonces, ambos habrían desarrollado una relación cercana que podría haberse iniciado incluso antes de aquel encuentro.
Hoy en día, se mantienen en contacto y, según la periodista, habrían formalizado su vínculo. Laura Rodríguez ha ido más allá al revelar quién es ese director: un cineasta gallego, de unos cincuenta años, que visitaría con frecuencia el Palacio de la Zarzuela, donde incluso pernoctaría en una habitación ubicada en el pabellón del príncipe.
