La relación entre Letizia y Felipe VI ha pasado por momentos críticos desde hace más de una década. Y en este tiempo, la palabra divorcio se ha puesto sobre la mesa en más de una ocasión. La separación oficial se convirtió en tema de debate dentro de la Casa Real. Pero frente a esta amenaza, la reina no dudó en lanzar una advertencia contundente: si la dejaban fuera de Zarzuela, volvería a la televisión.
Según fuentes como Jaime Peñafiel o Pilar Eyre, el deterioro del matrimonio real se remonta a más de una década, agravado por múltiples factores, entre ellos las consecuencias del caso Nóos, el exilio de Juan Carlos I y, más recientemente, las explosivas declaraciones de Jaime del Burgo. Este último, exmarido de Telma Ortiz y presunto examante de Letizia, desató un auténtico terremoto mediático con sus revelaciones sobre una supuesta relación amorosa mantenida con la reina durante años, incluso después del nacimiento de Leonor y Sofía.

Letizia amenaza a la casa real si se propiciaba un divorcio
Ante este escenario, la palabra divorcio ha resonado en ocasiones dentro de los muros de Zarzuela. Una decisión que hubiera dejado fuera de la monarquía a Letizia, que también se habría quedado sin la custodia de sus hijas. Y la reina, acostumbrada a manejar los medios desde su etapa como periodista, no estaba dispuesta a ser relegada a un papel secundario ni a perder el contacto con Leonor y Sofía.
De ahí que la consorte amenazó con recuperar su antigua vida en los medios de comunicación. Esta declaración no solo fue una respuesta impulsiva, sino también una advertencia estratégica: una reina que regresa al prime time con la historia de la monarquía por dentro sería una bomba mediática sin precedentes. No se trataba solo de recuperar su profesión, sino de enviar un mensaje claro: Letizia conserva su voz, su carisma y su capacidad de influencia pública. Y si la institución intentaba silenciarla, ella tenía las herramientas para romper el relato oficial.

Una buena solución para todas las partes
En Zarzuela, esta amenaza fue tomada muy en serio. Letizia no solo tiene experiencia ante las cámaras, sino también un conocimiento profundo del sistema mediático, y una audiencia que, tras años de mandato, sigue cada uno de sus pasos con interés. Ante la posibilidad de que la reina destruyera con un micrófono lo que la Casa Real ha intentado proteger con silencios, se optó por mantener el estatus quo.
Así, desde Zarzuela se habría propuesto mantener la apariencia pública de unidad matrimonial, emulando el modelo seguido por Juan Carlos I y Sofía: separados en la intimidad, pero juntos en los actos oficiales. Letizia mantendría su posición y a sus hijas cerca, mientras se mantenía la imagen de unidad en la corona. Un win win.