La presentadora de televisión más famosa de España no es María Teresa Campos, ni Ana Rosa Quintana ni Susanna Griso. La primera posición del ranking es para Letizia Ortiz. Ella es la auténtica reina, ya no trabaja pero manda en la sombra, y además sin perder cuota de pantalla. Sale en antena cada día en varios espacios, franjas y canales. En todos, de hecho; antes de casarse con el príncipe Felipe y actual rey de España, sólo lo hacía en CNN+ y en TVE. En la pública todo se disparó cuando le hizo tilín al heredero e hicieron match. 3 años después de entrar por la puerta de Torrespaña, se largaba sin acabar su contrato con un anillo de compromiso royal. Una carrera meteórica.
Como profesional Letizia dejó huella. Era buena delante de las cámaras y disfrutaba del respeto de la mayoría de los compañeros. Una vez convertida en princesa y después en reina de España, las loas a su carrera todavía se han adornado más, como es natural. Especialmente en TVE, hay que cuidarla a ella y a la Casa Real. Los monarcas la examinan con lupa, especialmente en momentos de convulsión, y si hace falta actúan sin miramientos. Desde hace unos cuantos años el factor desestabilizador tiene nombre propio, Juan Carlos de Borbón. Un hombre al que además detesta de manera personal y familiar. La guerra es legendaria, y cada vez que vuelve o se tiene que ver con él, los tambores vuelven a repicar. Al ataque.
La comparación entre el tratamiento de TVE a Juan Carlos y Letizia provoca un conflicto
Explica Pilar Eyre en Lecturas que Juan Carlos, quien se acaba de largar del Estado español al acabar su segunda visita, culpa a su nuera de haberlo dejado sin comida con Carlos III en Londres. Era la segunda bofetada de Zarzuela al emérito en este sentido, primero habían vetado su presencia en la coronación del próximo 6 de mayo. Normal que el Borbón tuviera mala cara en Sanxenxo, venía caliente. En todo caso era una revancha merecida: veníamos de provocaciones eméritas, como despreciar a la princesa Leonor o traspasar líneas rojas con su plan de viaje. Este combate tiene un interés mediático y chismoso innegable, y TVE no ha sido ajeno. La pregunta puñetera es, ¿a quién quieren más, a papá o a mamá? Es la madre del cordero del conflicto, la comparación.
Letizia se enfada y destroza TVE
TVE desplazó a más de 10 profesionales a Sanxenxo para seguir cada paso de Juan Carlos. Un despliegue imponente, que contrasta con el que enviaron a Ronda, donde Felipe presidía un acto: 2 operadores de cámara. La tele pública pasaba del deseo de Zarzuela de que la llegada del exmonarca no se convirtiera en un espectáculo, mientras que menospreciaban y humillaban a los auténticos dueños del cotarro. La experiodista lo veía por la tele, explica Monarquía Confidencial, y se subía por las paredes contra sus excompañeros: "Mostró esa mañana su enfado por la intensa cobertura de TVE a llegada del rey emérito. Se planteó ponerse en contacto con los directivos de la cadena para pedir explicaciones, pero finalmente renunció a hacerlo y todo quedó en el enfado, que, sin embargo, sí llegó a TVE. Considera que se estarían alimentado las polémicas que envuelven al emérito y por estimar que es un tratamiento “sensacionalista”". Un repaso en toda regla.
No sería la primera vez que alguien pierde el trabajo en TVE por situaciones por el estilo. Ojo peligro.