La Letizia Ortiz reina de España no ha destacado nunca por sus gestos de afecto hacia su entorno. Son pocos los privilegiados que disfrutan de atenciones, calor y compañía. Sus hijas, su madre, incluso su hermana Telma son los más agraciados. Felipe de vez en cuando toca pedrea, su padre Jesús Ortiz vive en una especie de limbo, que sí, que no, que qué sé yo. Aquí acaba la lista de premiados, al menos por la parte familiar: la rama política no la soporta, mientras que con los suyos hace distinciones potentes, piensen tan solo en Carla Vigo. Con respecto a las amistades, hay una persona a la que profesa una admiración, estima y proximidad muy singular. Vaya, que parece de la familia. De la buena, claro. Es una antigua compañera de trabajo, de su época de periodista en CNN+. La primera a quien explicó que se casaría con el príncipe, y testigo el día de la boda. La unión ha perdurado y se ha convertido en su protegida. Su favorita. Por ella, ma-to.

Hablamos de Sonsoles Ónega, quien vive un momento profesional y vital peculiar. El más común de los mortales diría que la vida le sonríe: le gana la partida a Ana Rosa Quintana, tiene nueva pareja y está emocionadísima de la vida, y además ha pegado un petardazo ganando el Premio Planeta de novela. 1 millón de euros, menos impuestos, que van a su cuenta corriente por 'Las hijas de la criada'. ¿Todo es fiesta y algarabía, ¿verdad? Pues no: está dolida, triste y ofendida porque el libro, la autora y el criterio de otorgarle el galardón están siendo criticados de manera feroz.

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Sonsoles Ónega / Atresmedia

“¿Por qué no lo llaman Premio Atresmedia a empleada del año y se dejan ya de tonterías?”, escribió Bob Pop, famoso periodista de televisión y segundo de Andreu Buenafuente en el extinto 'Late Motiv'. Tampoco ha quedado bien parada del demoledor artículo de hace unos días en 'El País': “El fallido folletín de Sonsoles Ónega y la autoinmolación del Premio Planeta. La sensación de ridículo con la novela ganadora es sofocante. Por la trama, por el estilo, por su absoluto nadería”. Hay ejecuciones sumarias más delicadas, la verdad. Tenga más o menos razón, tampoco es que PRISA esté para dar lecciones: sus Ondas son, muy a menudo, un ejercicio de endogamia descarada, ¿pero verdad que nadie dice nada? Pues eso. Ahora bien, a la Sonso le ha hecho daño. Y a pesar de que el libro se venderá como churros (el poder de la tele), y que acabará con la muñeca de titanio de firmar ejemplares a señoras y señores superfansdetodalavida, Ónega está tocada. Y aquí aparece Letizia al rescate.

Sonsoles El País
Sonsoles Ónega / El País

Ayer tarde, en pleno centro de Madrid, horas antes del habitual aquelarre ultra de manifestaciones violentas, la reina de España se presentaba por sorpresa y de incógnito (sin su marido ni la corona, a palo seco) y hacía cola, dicen las crónicas, durante 40 minutos para obtener su libro autografiado por la autora y amiga. Letizia hizo de fan, de admiradora anónima, enviando un mensaje al pueblo madrileño y español, tan necesitado en estos momentos de un faro moral e intelectual. Sonsoles quedó aturdida por el gesto, la abrazó y detuvo la firma por charlar unos minutos con su colega royal. Precioso todo. De 'Las hijas de la criada' en 'Las amigas de la reina'.

LEtizia Sonsoles EFE
Letizia y Sonsoles / EFE