El tiempo de Letizia ya ha pasado. Cada miércoles se clava otro clavo en la caja que guarda el cadáver, metafórico, de la reina consorte. Letizia no se divorciará a medio plazo de Felipe, pero cada día queda más claro en que Zarzuela le ha dado el pasaporte a fin de que haga su vida mientras no organice escándalos. Con un aviso: otro caso Del Burgo, otro hombre que salga en público a confesar que es el amante de la reina, y punto final, Felipe firmará el divorcio y Letizia dejará de ser reina. Cada miércoles es más claro porque Letizia la semana pasada se esforzó en volar a Guatemala coja por un viaje de cooperación y este miércoles no existe una sola mención a las cuatro revistas el corazón. Letizia marginada en portadas, una cosa que pasa desde hace medio año. Desde que se sabe que engañó a Felipe con el cuñado la prensa rosa la ha dado por amortizada, ya no vende, y vestida con chaleco de cooperante todavía menos..
Letizia ya no sabe como hacérselo para destacar. Este miércoles tenía un acto oficial con el ministro de Exteriores y se ha puesto en un look total white a ver si así alguien le regala una portada, pero tampoco. Ya solo le hacen caso las cuatro reporteras groupies fanáticas de Letizia que corren a investigar la marca de las blusas de la reina como si fuera periodismo de investigación. Ha sido una de estas periodistas la que ha corrido a desmentir lo que Belén Esteban afirma: que Letizia le confesaste en persona en el acto oficial donde coincidieron el martes en que la reina está tan fastidiada del pie que se tiene que operar. Una formalidad sin importancia que tratándose de Zarzuela detestan que se sepa vía el nuevo Sálvame y por lo tanto utilizan sus terminales mediáticas para negarlo. Letizia es una experta en operarse cuando sale del foco, pero para operarse la cara, como durante el accidente de Spanair que la hizo salir de la convalecencia de una cirugía estética para dar el pésame a los muertos en el aeropuerto y su cara era monstruosa:
Letizia tendrá que operarse porque sin vida oficial se muere. Todo en ella gira alrededor de lucir ropa en su menguante agenda oficial. Con las hijas fuera de casa por años, Leonor tiene todavía hasta 2026 para hacer el soldado y Sofía no sabe qué hacer cuando acabe el Bachillerato, Letizia tiene pánico al vacío, horror vacui, no sabe cómo llenar la vida ahora que ya no llena portadas. Le encanta ser reina pero no se lleva bien con el rey y como dice Pilar Eyre viven vidas privadas autónomas, dicho más drásticamente: cada uno hace a lo que quiere con quien quiere y solo se juntan cuando tienen que coincidir en público, cosa que pasa poco. Felipe es el nuevo Juan Carlos: no quiere a su mujer de mujer, y Letizia es la nueva Sofía con los hijos mayores: suplicando cuatro actos oficiales para seguir de actualidad cuando toda la prensa le da páginas interiores y reservan el foco a la única que interesa: Leonor. De momento Letizia confiesa en privado que se marcha para operarse a pesar del desmentido de Zarzuela. Será que aprovechará para operarse alguna cosa más que el pie.