Letizia siempre ha intentado mostrar una imagen de una mujer perfecta. Al resto del mundo le parece una persona muy controladora y calculadora, demasiado fría y distante, exigente consigo misma y con el resto. Es la imagen que siempre ha dado y sus asesores le han recomendado cambiar para acercar más la corona a la ciudadanía. La madre de Leonor y Sofía tiene un carácter muy temperamental, especialmente cuando las cosas no salen según estaban previstas en su cabeza. Se enfada con el primero que se cruza en su camino y echa las culpas a todo el mundo menos a ella. Lógicamente este carácter no se hace público, pero muchos de sus trabajadores en Zarzuela están muy hartos de ella. Incluso sus hijas prefieren pasar tiempo fuera de palacio para no estar expuestas a sus normas.

El periodista Leonardo Faccio destapó en su biografía de la monarca que la imagen que mostraba de ella no era real, ya que había descubierto que fumaba como un carretero, igual que la reina Sofía. Las dos se esconden para que nadie sepa la verdad. La mujer de Felipe VI sufre periodos de mucho estrés y ansiedad y eso la lleva a esconderse en un lavabo y fumarse un cigarro. Siempre lleva ambientador para que nadie sepa que ha estado fumando. No tarda más de cinco minutos. En su bolso es un indispensable una caja de tabaco.
Pero no es el único secreto que se ha destapado de Letizia. Según expertos en Casa Real, que han tratado mucho con ella, la reina asegura que no bebe alcohol, ni tan siquiera ocasionalmente. Solo se moja los labios cuando alguna vez ha tenido que hacer un brindis, pero en todos los actos públicos se la ha visto con agua. Sin embargo, la realidad es muy distinta. La reina bebe mucho. De hecho, en alguna ocasión sus escoltas de Casa Real han tenido que evitar serios bochornos en eventos donde se le ha ido la mano con la bebida. Demasiado avispada.
Letizia no se moja los labios para evitar beber alcohol constantemente
Rubi Abad, psicóloga clínica, confirma a Laura Rodríguez que Letizia tiene dependencia al alcohol. Si bebe algo, aunque sea una gota, continuará bebiendo, “es un activo”. Por ello, nunca se moja ni los labios.
Ya se destapó algunos puntos de su pasado. En su juventud, la reina frecuentaba muchas tabernas, en México sus amigas contaron que algunas noches ni se aguantaba de pie. Bebía hasta no poder más y cerraba bares. No obstante, al día siguiente era la primera que llegaba a trabajar y estaba fresca como una rosa, cumplía con su deber. Le encantaba beber tequilas, uno tras otro, explican en ‘Cazabunkers’.
También se recuerda aquel episodio temerario en la A-6 con sus escoltas, que explicó Joaquin Abad. Se empeñó en conducir el Mercedes por la A-6 dirección A Coruña y sus escoltas tuvieron que evitar el que podría haber sido un trágico accidente. Casa Real la protegió en aquel momento.
