La etapa de la princesa Leonor en el Blas de Lezo llegó a su fin el pasado jueves 3 de julio. No obstante, la experiencia de la heredera en las Fuerzas Armadas del mar no termina aquí. A la princesa le quedan unos días más de formación en el Elcano. De hecho, el mismo 3 de julio ya se volvió a instalar en él. Y el próximo lunes 7 de julio, el barco surcará el mar Cantábrico hasta Ferrol, en A Coruña, y Marín, en Pontevedra. Allí llegarán el 13 de julio para poner, ahora sí, punto y final a la etapa de instrucción naval de Leonor.

Pero antes de embarcar de nuevo, decidió aprovechar su tiempo libre. Como a cualquier chica de su edad, le encanta disfrutar del ocio. Pero lo que parecía una salida informal se convirtió en un momento delicado.

Leonor quiso vivir de primera mano la vida nocturna de Gijón

Según testigos presenciales, la princesa se dejó ver en un conocido local del centro de Gijón. Rodeada de algunos compañeros del Elcano con los que se reencontró y bajo un ambiente relajado, Leonor se mostró alegre, conversadora y con un vaso en la mano. Vodka con limón, su bebida favorita. Hasta ahí, nada grave. Pero con el paso de las horas, la situación empezó a salirse de control.

Leonor

La presencia de la heredera, aunque discreta, no pasó desapercibida. Algunos curiosos se acercaron al lugar. Y lo más preocupante: dos fotógrafos comenzaron a tomar posiciones cercanas. La posibilidad de una imagen fuera de lugar y en un estado un tanto inadecuado para alguien de su estatus hizo saltar las alarmas.

La escolta real, que no perdió de vista a la princesa ni un segundo, reaccionó de inmediato. Su intervención fue rápida y profesional. Sin levantar sospechas. Sin armar escándalo. Pero sí con una clara preocupación por lo que podría haberse filtrado. Lograron retirar a Leonor del lugar en cuestión de minutos. Y también evitar que se tomaran imágenes comprometedoras de la joven.

Como siempre, Leonor empezó a levantar demasiada expectación

Desde Casa Real no ha habido comentarios. Como de costumbre, se intenta mantener el perfil bajo. Pero internamente, la situación genera malestar. No es la primera vez que Leonor se ve envuelta en una salida nocturna polémica. Ya en Zaragoza circularon fotos de Leonor en un ambiente festivo. Y en el Elcano no lo ha tenido fácil. Fiestas en Brasil, paseos con un supuesto acompañante en Uruguay y ahora esta escena en Gijón.

Leonor de fiesta Telecinco

El equipo de seguridad está al límite. No solo por el cansancio físico. También por el esfuerzo constante de proteger a la princesa de sus propios impulsos. Leonor está en una etapa compleja. Juventud, exposición mediática y responsabilidades históricas se mezclan en una fórmula difícil de gestionar.