Casa Real tiene marcada en rojo esta semana en su calendario. El viernes 24 de octubre vuelve una de las citas más emblemáticas para la monarquía española: los Premios Princesa de Asturias. Como manda la tradición, la familia al completo viajará a Oviedo para arropar a Leonor en uno de los actos más simbólicos del año. La heredera, convertida ya en la figura central de la institución, tendrá más protagonismo que nunca. No solo será quien encabece la ceremonia, sino que por primera vez será la encargada de clausurarla con su propio discurso, algo que hasta ahora siempre hacía su padre, Felipe VI.

Felipe VI y Leonor en los Premios Princesa de Girona 2025
Felipe VI y Leonor en los Premios Princesa de Girona 2025

Los Reyes y la infanta Sofía quedarán, por tanto, en un segundo plano. Letizia y Felipe acudirán para acompañar a su hija mayor, pero el peso de la jornada recaerá sobre la princesa, que con solo 19 años ya demuestra soltura y una sorprendente madurez frente a las cámaras y al público.

La cita obligará tanto a Leonor como a Sofía a interrumpir sus rutinas. La princesa deberá ausentarse de la Academia del Aire de San Javier, donde continúa su formación militar, mientras que su hermana dejará temporalmente sus estudios de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en Lisboa. Tres días de actos oficiales que las apartarán de sus respectivos compromisos, aunque con la aprobación del Palacio de la Zarzuela, que ve en estas apariciones una oportunidad de oro para reforzar su imagen institucional.

Desde que ambas cumplieron la mayoría de edad, la presencia de las hijas de los Reyes en la agenda pública ha crecido notablemente. Leonor ya ostenta los títulos de princesa de Asturias, de Girona y de Viana, y Sofía empieza a abrirse camino, apareciendo por primera vez en el besamanos del desfile de las Fuerzas Armadas. La intención de sus padres es que las dos ganen visibilidad, aunque cada paso se mida al milímetro.

Leonor utiliza pinganillo para no cometer ningún error 

Letizia, exigente y perfeccionista, no deja nada al azar. Supervisa los discursos, los gestos, las miradas y hasta el modo en que sus hijas saludan. La infanta suele ser la más espontánea, lo que a veces provoca alguna mirada de advertencia de su madre. Ambas han recibido una educación protocolaria impecable, con clases de oratoria, idiomas y comportamiento en público.

Aun así, los inicios no fueron fáciles para Leonor. En sus primeros discursos, cuentan que llevaba un discreto pinganillo, como los presentadores de televisión, para que un asistente le soplara el texto si se quedaba en blanco. Hoy sigue usándolo, aunque apenas se nota. Los dispositivos son tan diminutos que pasan inadvertidos incluso para las cámaras. Una pequeña ayuda tecnológica para evitar un lapsus que podría convertirse en titular.

Cada año se la ve más segura, más firme y con más experiencia. Esta edición de los Premios será, sin duda, una prueba de fuego para demostrar que la heredera ya está preparada para liderar la nueva generación de la monarquía.

Leonor en el discurso de los Premios Princesa de Girona 2025
Leonor en el discurso de los Premios Princesa de Girona 2025