Es cierto que no era la formación de sus sueños, pero Leonor sabe que será la futura reina de España y tiene que cumplir con unas obligaciones. Aunque Letizia no quería que su hija realizase la formación militar con el ejército, Felipe VI no modernizó esta parte de sus estudios. Para el jefe de Estado continúa siendo obligatoria. La princesa tiene que estar preparada, y más con lo feas que se ponen las cosas en el mundo. Debe conseguir las tres máximas condecoraciones de los tres ejércitos. Por ahora ya ha superado el Ejército de Tierra, y en breve concluirá su formación militar con la Armada. Su próximo reto será el Ejército del Aire en Murcia.
Ahora mismo Leonor se encuentra inmersa en la travesía del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Seis meses de navegación con los que recorrerá un total de ocho países. Ya ha superado el ecuador de esta travesía, y ha visitado un total de cuatro. Brasil, Uruguay, Punta Arenas y Perú. Este próximo fin de semana, coincidiendo con el Día de la Madre, llegará a Panamá.
Adaptarse a este nuevo reto no ha sido nada fácil. Leonor no estaba tan preparada como sus compañeros. Ella tan solo recibió tres meses de instrucción, mientras que el resto de guardiamarinas llevan tres años preparándose para este reto. La princesa sufrió las consecuencias de ser primeriza. Los primeros días afirma que fueron un infierno. Sufrió fuertes mareos y vómitos, teniéndose que ausentar algunos días de las clases confinándose en su camarote. Finalmente tuvo que recibir atención médica por deshidratación. También sufrió alguna que otra caída mientras realizaba las guardias nocturnas debido al temporal.
Leonor sufrió una fuerte caída golpéandose en varias partes del cuerpo
Y es que precisamente el temporal es el mayor culpable de toda la historia. Leonor y el resto de guardiamarinas han pasado por etapas muy turbulentas. El Atlántico les puso pruebas muy complicadas, y mucho más cuando finalmente decidieron pasar por el Estrecho de Magallanes, dejando atrás el Atlántico para conectarse con el Pacífico.
Ahora mismo van de Perú a Panamá, el quinto destino, y la travesía se está complicando por una mar embravecida. Se han encontrado con olas de hasta seis metros de longitud. Algunas han golpeado fuertemente con el buque escuela haciéndole perder estabilidad. Los jóvenes se han ido de un lado para el otro, y los altos cargos han obligado que se refugien en sus camarotes.
Leonor no controló el equilibrio y sufrió una fuerte y aparatosa caída. Fue golpeada y tuvo que ser atendida por el personal médico. El susto ha quedado con algún que otro moretón y poco más.