Leonor cambia el Juan Sebastián Elcano por la fragata Blas de Lezo. La princesa viajó a bordo de la primera embarcación durante cinco meses con otros 75 guardiamarinas. Cruzaron toda Latinoamérica hasta Nueva York y ahora el barco vuelve a España, otras tres semanas de navegación, pero en esta ocasión sin la hermana de Sofía. Ella se ha trasladado hasta canarias después de unos días de descanso para enfrentarse a un nuevo reto más complicado. La fragata Blas de Lezo forma parte de la formación militar con la Armada. Mientras el resto de compañeros están varios años para recibir toda la formación, a ella se le ha sintetizado en un solo curso para que pueda realizar todas las formaciones con los tres ejércitos y recibir la máxima condecoración.

Leonor subiendo a la fragata Blas de Lezo
Leonor subiendo a la fragata Blas de Lezo

Hasta la fecha es muy probable que su formación con la Armada haya sido la más dura de todas. Sus inicios en Elcano fueron muy complicados porque sufrió fuertes mareos y vómitos que la apartaron unos días de las clases, también alguna que otra caída. En la fragata Blas de Lezo empezó las clases y los entrenamientos el pasado lunes y también ha sufrido malestar, además de alguna reprimenda de sus superiores.

Todos se han percatado que la princesa no está en plena forma física. Este reto le viene demasiado grande, aun así sabe perfectamente cuál es su deber y cumple con ello como puede. En este parte de la formación pasará algo más de dos semanas, un total de 19 días. Está enmarcada dentro del ejercicio militar Sinkex-25, centrado en el combate de alta intensidad. En esta etapa deberá disparar de verdad a blancos imaginarios en el mar. Las maniobras incluirán prácticas con munición real, lanzamiento de misiles y torpedos, y misiones de vigilancia marítima junto al Grupo Dédalo, a más de 2.500 kilómetros del territorio peninsular.

La exigencia y la disciplina han podido con Leonor, se ha derrumbado  

La vida a bordo del Blas de Lezo será mucho más exigente que en Elcano. La disciplina es mucho mayor y el rendimiento más exigente. Se despertará a las 6:30 de la mañana y empezará la formación, con maniobras tácticas y labores de mantenimiento. Tendrá mayores responsabilidades en esta etapa, donde compartirá batalla contra otras 12 embarcaciones y más de 1.900 militares.

Una vez que empezaron las clases, el mismo lunes, después de haber conocido todos los rincones de la fragata y su camarote, Leonor sufrió una importante crisis tras las primeras clases a primera hora de la mañana. Tuvo ansiedad al ver el gran reto que se le venía encima. No podía ni respirar. Esto no es para ella, incluso el arma pesaba mucho más. Felipe VI no ha querido que se hiciesen diferenciaciones con ella, pero está claro que no está preparada para esta aventura ni le interesa lo más mínimo.

La princesa Leonor en el Blas de Lezo Casa Real
La princesa Leonor en la fragata Blas de Lezo / Casa Real