Nueva aventura para Leonor aunque será más breve que con Elcano. La princesa abandonó en Nueva York a sus compañeros del buque escuela para subir otro escalón. Dentro de la formación militar con la Armada, la hermana de Sofía debe aprender a disparar con la fragata del Blas de Lezo. Allí pasará estas dos próximas semanas antes de volver con sus compañeros guardiamarinas a Elcano en Gijón para concluir la aventura, pero en esta ocasión ya como oficial, ha subido de rango. Será el momento en que reciba otra máxima condecoración del ejército y ya serán dos. Solo le quedará una más para estar un paso más cerca de ser la futura reina de España.

Felipe VI obligó a Leonor a realizar la formación militar, aunque ella no estaba muy dispuesta y Letizia tampoco apoyaba al monarca, cree que está totalmente desfasada porque es innecesaria, pero para el hijo de Juan Carlos I es algo totalmente necesario. Si en Elcano ya tuvo algunos problemas de disciplina, recibió bastantes amonestaciones a lo largo de los últimos cinco meses, en la fragata será mucho más complicado aún porque el nivel de exigencia se multiplica por mil. Es la parte más dura de la formación castrense.
El nivel de exigencia se multiplica en el Blas de Lezo
Se deberá enfrentar a maniobras tácticas reales, entre las que destaca el Sinkex 25, un ejercicio en el que las unidades participantes simulan el ataque y hundimiento de un buque enemigo. Aquí deberá disparar de verdad a blancos imaginarios en el mar. Participará con otras 12 embarcaciones con 1.900 militares a bordo.
Leonor no será una espectadora más, se involucrará en todas las tareas, tanto administrativas como operativas. Asumirá turnos de vigilancia, participará en decisiones tácticas y recibirá formación específica de seguridad marítima, operaciones conjuntas y logística de combate.
Aunque ella no se dedicará a ello cuando acabe esta formación militar, los oficiales y comandantes la tratan como al resto de alumnos, con el mismo nivel de exigencia y dureza, algunos puntos incluso podría parecer hasta con crueldad, y es que en el ejército las cosas no son tan fáciles.
Leonor ha recibido la primera amonestación en tan solo dos días por llegar tarde a sus tareas. En el Blas de Lezo la exigencia se multiplica y no pasan ni una. No puede llegar tarde ni por un segundo.
Además, la fragata Blas de Lezo se incorporará posteriormente al Grupo de Combate Expedicionario Dédalo, una agrupación militar de élite que opera en escenarios internacionales de alta complejidad. Tiene que empezar a coger esa dinámica porque si no serán dos semanas infernales.
