En Zarzuela han vuelto a pasar unos días de vértigo. Leonor de Borbón, la heredera al trono, ha vuelto a ser noticia, aunque no precisamente por sus logros militares. La princesa, que acaba de empezar su formación en la Academia General del Aire de San Javier, sufrió un fuerte bajón físico durante una de las prácticas. Terminó mareada, vomitando y atendida de urgencia por los servicios médicos. Nada grave, dicen. Pero suficiente para que en palacio sonaran todas las alarmas.

Leonor navarra
Leonor navarra

La princesa lleva apenas unas semanas en la academia, y ya ha dejado claro que el ritmo militar no va con ella. El plan era impecable sobre el papel: terminar el curso como teniente, sumar otra condecoración y mantener viva la tradición familiar. Pero la realidad es que Leonor no aguanta el ritmo. Ni los entrenadores personales, ni las dietas supervisadas, ni las rutinas ajustadas a la mínima. Su cuerpo dice basta.

Los instructores lo veían venir. Desde el primer día comentaban que la princesa no llegaba con el nivel físico necesario. Las pruebas de resistencia son durísimas, y a la primera exigencia seria, Leonor acabó rendida. Se esforzó, quizá demasiado, y su cuerpo le pasó factura. Los médicos actuaron rápido y la situación se controló, pero dejó claro que el programa de entrenamiento necesita una “versión Real”, adaptada a sus circunstancias. “Físicamente es un desastre”, comunica su tutora.

Leonor no llega al nivel de sus compañeros, están muy preocupados 

Desde entonces, todo se ha suavizado. Nada de vuelos en solitario ni ejercicios extremos. Leonor trabajará con simuladores y bajo supervisión constante. En palacio lo justifican como una medida de prudencia. En la academia, algunos lo ven como un privilegio más.

El episodio ha reabierto viejos comentarios sobre la fortaleza física y mental de la futura reina. No es la primera vez que necesita asistencia médica durante su formación militar, pero sí la más comentada. A sus 19 años, Leonor sigue cargando con la presión de ser perfecta: hija ejemplar, cadete modelo y futura reina. Y, como cualquier joven de su edad, a veces no puede con todo.

Mientras tanto, en el Ejército ya se resignan. El objetivo no es que Leonor sea una soldado más, sino que cumpla el guion y salga en las fotos con la medalla puesta. Todo lo demás —mareos, sustos y fobias incluidas— se resuelve con discreción y un comunicado oficial. El protocolo lo tapa todo, hasta el cansancio de una princesa.

Princesa Leonor / Casa Real
Princesa Leonor / Casa Real