Leonor ha sido la gran protagonista de la pasada noche en la gala de los Premios Princesa de Girona 2025, un acto que ella misma preside, aunque ha estado en compañía de Felipe VI y Letizia, y su hermana, la infanta Sofía. Su madre ha intentado hacerle sombra pero no ha podido evitar que todas las miradas y comentarios de los medios de comunicación se centren en ella. Ya no es aquella niña tímida, ahora es una joven que ha demostrado estar más que preparada para su futuro como reina de España. No obstante, los reyes no quieren sobreexponerla. Recibe un gran aprobado por parte de la ciudadanía y no se quiere cometer ni un solo error. Primero quieren que se centre en su formación académica, ya llegará el momento de dedicarse al 100% a la corona. Aunque este año va a cobrar mucha más fuerza que en años anteriores.

La princesa llegó a Barcelona con un vestido de tirantes color blanco, muy veraniego, para almorzar con los jóvenes premiados y autoridades, mientras que para la gala de los Premios Princesa de Girona reapareció mucho más elegante. Con un corte muy similar al de su madre. Lució un traje chaqueta en color negro pero con brillantes para destacar por encima del resto. Su estilismo fue muy aplaudido en la prensa nacional e internacional y también cada uno de sus movimientos.
Pero no es lo único de lo que se ha hablado en este día. Leonor está a escasos meses de cumplir 20 años. Ya no es aquella niña tímida de los inicios, sino que es una joven decidida y capaz de afrontar este reto. En su discurso fue muy clara y mostró una mayor capacidad de dicción. Se creció mucho más sobre el escenario. Además, todos los miembros de Casa Real se han mostrado mucho más cercanos, y han recibido la ovación de las más de 1.000 personas presentes en el acto.
Leonor triunfa en los Premios Princesa de Girona 2025
Se aplaudió que Leonor volviese a combinar en su discurso final el catalán con el castellano. Mostró un perfecto dominio de la lengua. Inició su discurso agradeciendo la acogida en Barcelona y reconociendo la emoción de hablar desde lo que definió como un “santuario de las artes”, en referencia al Liceu. La heredera confesó sentirse impresionada por el lugar e hizo un guiño cultural al escritor Eduardo Mendoza.
Pero todos se fijaron en un importante cambio físico en Leonor. Además del maquillaje, tenía un brillo especial en su rostro. La piel mucho más iluminada y tersa. Antes de acudir a este acto habrían ido a un centro de estética para someterse a algunos retoques menores, como un peeling y arreglarse las cejas.
