Muchas fuentes, a lo largo de los años, han retratado a la reina Letizia como una persona fría, calculadora y, sobre todo, controladora. Ha estado muy encima del rey Felipe VI, al que siempre marcó perfil y le dejó claro que no soportaría engaños como los que perpetró su padre, Juan Carlos I, con la reina Sofía, a la que fue infiel en cientos de ocasiones. Resulta que ahora las tornas han cambiado, tras las informaciones publicadas acerca de una presunta infidelidad de Letizia a Felipe. Pero eso es otra historia.  

Volviendo al control que ejerce Letizia, sus hijas también lo han sufrido. La princesa Leonor y la infanta Sofía siempre han vivido bajo el ojo avizor de su madre, que ha intervenido en todo lo que ha podido. Que si prohibidas las pantallas en casa, que si llamadas al colegio para obtener informes y dictar cómo tenía que ser el menú del comedor, que si decidir qué ropa se ponen para sus apariciones públicas...  

La reina Letizia, excesivo control sobre la princesa Leonor y la infanta Sofía 

Letizia siempre lo ha querido tener todo controlado. Disciplina y mucho mando. La reina no soporta que le lleven la contraria. Le gusta demostrar quien manda y quien decide. Incluso ha llegado a anularlas en alguna ocasión, como ocurrió en la entrega de los Premios Princesa de Asturias del pasado mes de octubre. Entonces Letizia y Felipe coincidieron en el espacio en el que protagonizaron su primer saludo hace más de 20 años y una periodista se lo recordó. “Niñas, apartaros que vosotras no existíais”, les soltó a sus hijas mientras las apartaba para repetir la fotografía de hace dos décadas.  

REina Letizia y rey Felipe VI Casa Real
Reina Letizia y rey Felipe VI Casa Real

Un control del que Leonor ha terminado especialmente harta. No solo de eso. Leonor ha sido la más consciente de las dos hermanas de las tensiones que se han vivido en la Zarzuela en los últimos años. De las discusiones que han mantenido Felipe y Letizia sobre cuestiones como el ‘exilio’ de Juan Carlos I o el alejamiento de la infanta Cristina de la familia real. Discusiones que, según Pilar Eyre, terminaban en gritos y portazos. 

Leonor y Sofia, locas por hacer las maletas 

Un panorama incendiario que tenían a Leonor deseando abandonar el palacio e irse a estudiar fuera. Ingresar en el internado UWC Atlantic College de Gales fue un alivio para la princesa, que no soportaba más gritos entre sus padres y tampoco la presión de Letizia para que hiciera todo lo que decía la reina. Y también para Sofía, que además tuvo que lidiar sola con la situación tensa de la Zarzuel durante dos años. La pequeña de las hermanas también iba como loca por hacer las maletas. Las discusiones madre e hijas estaban yendo a más a medida que se hacía mayores y tenían las necesidades de cualquier adolescente.