Juan Carlos I ha dado un golpe sobre la mesa. Está muy cansado de que Felipe VI y Letizia no le quiten el veto y no pueda regresar a España de forma permanente. Está harto de vivir en el exilio a miles de kilómetros de casa y a más de ocho horas de avión. Justo en un par de semanas se cumple un lustro desde que el emérito vive en Abu Dabi. Sin embargo, en las últimas semanas esto ha cambiado. Hace unos meses que el emérito decidió tomarse la justicia por su mano y no tuvo reparo en demandar por sorpresa a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor. Una demanda que le ha salido rana porque todos han apoyado al político. Sin embargo, esto ha sido un golpe para Casa Real, demostrando que el padre del monarca todavía tiene fuerza. No quiere hacer daño al reinado de su hijo, pero está dispuesto a cualquier cosa si no se le deja volver.

Juan Carlos I y Pedro Sánchez
Juan Carlos I y Pedro Sánchez

En el último año ha conseguido cambiar de residencia, ver a Leonor en la Escuela Naval de Marín, incluso viajar a Madrid por sorpresa. Juan Carlos I podría destrozar el reinado de Felipe VI y Letizia, y por consecuencia, aunque con mucho dolor, también el de su nieta. El marido de la reina Sofía cumplió en enero 87 años, y su salud es cada vez más delicada fruto de su avanzada edad. Además de los problemas de movilidad que acarrea desde hace más de una década. Ha sido intervenido en más de una decena de ocasiones de la cadera y las dos rodillas, sin mucho éxito. Sufre una artrosis severa que ya ha inmovilizado prácticamente su pierna izquierda. No funcionan ni los tratamientos con células madre a los que se ha sometido en los últimos años. Y eso que está siendo tratado por los mejores médicos en clínicas especializadas.

Juan Carlos I logra comunicarse con sus nietas ahora que son mayores de edad y viven lejos de Zarzuela 

Juan Carlos I quiere vivir tranquilo sus últimos años de vida y hacerlo con los suyos. Más cerca de sus familiares y amigos. Los médicos ya han comunicado a sus hijos que no puede hacer tantas horas de vuelo. Por ello se ha tomado la decisión de instalarle en el país vecino, en Portugal. Ha alquilado una mansión en la zona de Cascais, a tan solo una hora de avión de Madrid y a pocos minutos en coche de la frontera.

Eso no ha sido el único gran logro de Juan Carlos I. También su acercamiento a Leonor y Sofía. Aunque no le dejan verse con ellas públicamente, los tres están en contacto a diario prácticamente. Se hablan mediante videollamadas y mensajes. Ahora la comunicación es muy sencilla desde cualquier parte del mundo. El emérito sabe por la propia Leonor que es Letizia quien no quiere que hablen con él. Tiene guardados mensajes que así lo demuestran y no dudaría en usarlos para acabar con la imagen de la reina.

Leonor Sofia Juan Carlos Sofia catedral Palma GTRES
Leonor, Sofía, Juan Carlos y Sofía en la catedral de Palma / Gtres