Felipe VI y Letizia llegaron a media mañana a Barcelona el pasado miércoles 23 de julio acompañados por sus hijas, Leonor y Sofía. Ellas iban a ser las grandes protagonistas de los actos que estaban programados para ese mismo día y este jueves 24 de julio. Ayer se entregaron los Premios Princesa de Girona en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Una cita a la que asistieron más de 1.800 personas, unos premios relacionados con el talento joven. Por ello la princesa y la infanta eran vitales en este acto. Una vez más la futura reina sorprendió a todos. Destacó su discurso con una perfecta dicción y compromiso, además volvió a entrelazar el castellano con el catalán, una lengua que domina a la perfección. La hermana de la infanta ha demostrado que ya no es aquella niña tímida, ahora es una mujer capaz de tomar sus propias decisiones y preparada para el gran reto que se le avecina en unos años.
Por ahora Felipe VI y Letizia no quieren sobreexponer a sus hijas, prefieren que se centren en sus respectivas formaciones, ya llegará el momento en el que se involucrarán al 100% con su propia agenda institucional. Ahora mismo reciben una gran puntuación por parte de la ciudadanía, de esta forma la corona está más que garantizada. Se desconoce cuando llegará el momento en que los reyes cederán el testigo a sus hijas. Si fuese por la reina, probablemente nunca.
Letizia es una mujer muy ambiciosa. Demasiado calculadora y controladora, es exigente con ella misma y con los demás. Ni tan siquiera sería capaz de ceder el trono a su hija. Hasta en los Premios Princesa de Girona 2025 ha querido ser la gran protagonista. Primero de todo ha escrito el discurso de Leonor y la ha obligado a vestir como ella, dos calcomanías. Las dos con un traje chaqueta negro, aunque a la princesa se le han añadido brillantes para sobresalir.
Letizia ha intentado eclipsar a Leonor
Felipe VI no le gustó la actitud de superioridad que tuvo en todo momento Letizia durante la entrega de premios. Se mostró como la gran protagonista, por encima de su propia hija. Un feo gesto que Casa Real no ha visto con buenos ojos, tampoco las personas que se han percatado, porque ya se está hablando de ello en los medios de comunicación.
Letizia nunca aceptará su papel de reina consorte. Siempre quiere estar por encima del resto, nunca se mantendrá en un segundo plano. Los reyes acabaron discutiendo entre bastidores y los escoltas de Casa Real tuvieron que intervenir para que nadie se hizo eco de la mala relación que existe entre los monarcas, los mismos que se evitan constantemente y solo ponen buena cara ante los medios.
