Juan Carlos I vive unos años complicados. Se encuentra en un mal momento anímico por los problemas de salud que arrastra desde hace años. Nunca ha escondido sus problemas de movilidad que empezaron hace más de una década, con el declive de su reinado. El emérito ha sido operado en más de una decena de ocasiones de la cadera y las dos rodillas, sin mucho éxito. También se ha sometido a tratamientos basados en la medicina regenerativa con células madre y plaquetas en sangre, pero con el paso del tiempo tampoco han surtido efecto, solo han servido para paliar el dolor temporalmente. El marido de la reina Sofía sufre una artrosis muy severa, tanto que su pierna izquierda ya está prácticamente inmóvil. De hecho, sus médicos de confianza le han sido muy claros, y le recomiendan utilizar una silla de ruedas hasta el fin de sus días, pero él se niega en rotundo porque no quiere ser una persona totalmente dependiente. Es una humillación para él.
El emérito no solo se enfrenta a serios problemas de movilidad y salud fruto de su avanzada edad, sino que además también está cansado de vivir solo en el exilio. En los últimos meses se ha rebelado contra su propio hijo. No quiere hacer daño a su reinado, pero no está dispuesto a obedecer más. Tiene 87 años, su salud es delicada y quiere estar más cerca de su familia y sus amigos. Hace un par de meses estuvo mirando varias mansiones en la zona de Cascais y Estoril, en Portugal.
Juan Carlos I paga grandes cantidades de dinero a Iñaki Urdangarin
Después de las últimas regatas en Sanxenxo, Juan Carlos I no consta que haya vuelta a Abu Dabi, pero tampoco está en España. Se cree que ya se habría instalado en Cascais, y es donde quiere residir hasta el fin de sus días, ya que no puede volver a Madrid de forma permanente. Entre Portugal y Ginebra.
Felipe VI no estaba dispuesto a dejarle vivir tampoco en Portugal. Lo veía demasiado cerca a España. Quería que volviese a Abu Dabi, pero algo ha cambiado y no es solo el parte médico con su salud, donde indica que ya no es bueno que realice viajes de tantas horas, por mucho que viaje en un avión privado.
Juan Carlos I se ha instalado en Portugal porque ha amenazado a Felipe VI con arruinar su reinado. Él es quien mantiene callado a Iñaki Urdangarin con altas cantidades de dinero. Si deja de pagarle, el ex de la infanta Cristina rompería su silencio sin problemas y todos están manchados. Así que al actual monarca no le ha quedado más remedio que ceder al chantaje.
