Juan Carlos I no atiende a razones. El emérito ha dado un golpe sobre la mesa y se ha rebelado contra todos, incluso contra su propio hijo. El marido de la reina Sofía nunca habría hecho daño a Felipe VI ni a la corona, de hecho se ha callado muchas cosas, pero ya no aguanta más. Está cansado de vivir en el exilio, lleva cinco años en los Emiratos Árabes y el monarca ya le ha comunicado que no va a volver a España de forma definitiva. Ha visto durante todos estos años como se han atrevido a dañar su imagen y no ha podido hacer nada por respeto a la institución, pero ha llegado un punto en que su paciencia ha acabado. Sin ninguna consulta a Casa Real, Juan Carlos I ha demandado a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en su último libro y en entrevistas en televisión. Una demanda que el político no entiende por qué no ha hecho más que repetir una y otra vez los hechos probados en los medios de comunicación. El padre de Felipe VI sabe que el cántabro tiene un altavoz muy grande y eso es lo que ha querido aprovechar. Sin embargo, no le ha salido como esperaba, le ha hecho un efecto boomerang. Cientos de famosos y millones de ciudadanos se han volcado en Miguel Ángel demostrándole al padre de la infanta Elena que está completamente solo.
El emérito se ha llevado un golpe de realidad y una buena discusión con Felipe VI, ya que Casa Real no era conocedora de este movimiento, que no hubiese permitido, y se ha desvinculado totalmente. De hecho, el monarca ha hablado seriamente con su padre para que retire la demanda, pero no está dispuesto, esta vez no. Juan Carlos I quiere venganza. No piensa permitir que le hagan daño nunca más y quiere dejar claro que su imagen ha sido muy importante para la transición.
Juan Carlos I paga a Iñaki Urdangarin para que no hable
Con este movimiento Felipe VI tiene claro que no va a dejar que Juan Carlos I viva en España por muy mal de salud que se encuentre. Ya le dijo que si se ponía en el foco mediático las cosas serían peor. Sin embargo, el marido de la reina Sofía le ha recordado que gracias a él la corona no se ha ido al traste.
Es cierto que Juan Carlos I ha destruido la corona y Felipe VI y Letizia la han tenido que reconstruir alejándose de sus polémicas. No obstante, el emérito aún mantiene a raya a una de las personas que más daño podrían hacer al matrimonio, más que Jaime del Burgo, que de hecho se cree que el padre de la infanta Elena estaría detrás de las declaraciones del abogado. El emérito mantiene amordazado a Iñaki Urdangarin con dinero. Le prometió que tendría una vida de millonario cuando saliese de prisión a cambio de guardar silencio para siempre
