Juan Carlos I regresó a España envuelto en polémica. A su llegada a Zarzuela, su hijo, Felipe VI, organizó un almuerzo familiar para darle la bienvenida después de varios años sin verle. Esta reunión tuvo lugar en privado y con la más absoluta discreción. Ni el rey ni mucho menos la reina, Letizia, ven con buenos ojos el regreso del emérito. Su imagen pública ha quedado muy dañada y ha entorpecido la continuación de la monarquía. Es algo que la reina intenta enmendar, pero no es fácil, y menos así. Le recomendaron que no viniese.

En esta reunión familiar se dieron cita los dos reyes actuales, Felipe VI y Letizia, aunque ésta última estuvo algo distante y cortante, como es habitual. La reina y el rey emérito no tienen muy buena relación. También estuvo la reina emérita, Sofía, aunque ésta se apartó de los invitados porque había estado en contacto con un positivo en Covid. ¿Sería un motivo para no acercarse a Juan Carlos I? El rey emérito ha perdido todo su apoyo, poco a poco se va quedando completamente solo. Las acciones se pagan. También estaban la infanta Elena y sus hijos, Victoria y Felipe; la hermana del emérito, la infanta Margarita, y su marido. 

Foto de la familia Real REDES
Foto de la familia Real REDES

Sin embargo, hubo otra sonada ausencia, la infanta Cristina. Desde que se vio envuelta en la trama Noos ha desaparecido de la Casa Real. Los reyes también han intentado borrarla. Ya no queda nada de aquellas vacaciones que hacían juntos a bordo del lujoso yate en aguas mallorquinas.

Juan Carlos I quiere ver a su familia unida antes de morir 

Juan Carlos I está triste. Se encuentra apartado y alejado de la familia como si fuese un apestado, pero no solo eso, no se encuentra bien de salud. Hace años que está delicado. El rey emérito sabe que cada vez es más mayor y le queda poco tiempo. Le encantaría enmendar sus errores y recuperar a su familia. No quiere pasar sus últimos años de vida solo viendo a toda su familia resquebrajada.

Juan Carlos I y Pablo Urdangarín
Juan Carlos I y Pablo Urdangarín

Aunque no se han visto en estos dos años, Felipe VI y Juan Carlos I habrían mantenido el contacto. En una de esas conversaciones, el rey emérito le habría pedido a su hijo que se arreglasen las cosas antes de morir. Le gustaría que perdonase a su hermana Cristina y volviesen a disfrutar de planes juntos, como una familia.