Casa Real ha intentado alejar a Juan Carlos I del foco mediático para garantizar la estabilidad de la corona; sin embargo, el emérito no deja de ser el protagonista de todas las noticias. En los últimos meses se ha vuelto a hablar de él por su famosa demanda a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en su último libro. Una acción que no consultó con Felipe VI y generó una discusión entre padre e hijo. Ahora se sabe que su única intención era llamar la atención. El exmonarca utilizó al político por su popularidad en los medios de comunicación, pero debido al cariño de la gente se volcó en su contra. Otra de las noticias de los últimos meses ha sido la publicación de sus memorias. El marido de la reina Sofía no quiere verse como un rey derrotado y quiere dejar constancia para siempre de su reinado. Por ahora alguien se está encargando personalmente de frenar esa publicación. El libro ya está escrito, pero ni salió en enero ni en junio.

Juan Carlos I solo tenía una intención con sus movimientos. Abandonar Abu Dabi. Está a punto de cumplir 88 años y sabe que su final está cada vez más cerca. No quiere morir completamente solo, sin familia ni amigos, como un rey repudiado. Cree que no se lo merece. Además sería también una deshonra para Felipe VI y su reinado. Su padre repatriado.
Juan Carlos I pide a los médicos que le inyecten células madre para participar en el Campeonato del Mundo
Por todos es sabido que Juan Carlos I tiene serios problemas de movilidad. El emérito necesita ayuda para desplazarse. Normalmente se apoya en su bastón y en su personal de seguridad. Padece una artrosis severa que prácticamente ha inmovilizado su pierna izquierda. Los médicos han sido muy claros. Deberá utilizar una silla de ruedas, aunque él se niega porque no quiere que le vean como una persona dependiente. Ha probado de todo. Le asisten los mejores médicos, incluso se ha sometido a tratamientos basados en la medicina regenerativa con células madre y plaquetas en sangre. La mejoría ha sido mínima, pero le sirve para que nadie le vea en silla de ruedas.
Esta semana ha viajado a Nueva York con la infanta Elena para participar de forma independiente en el Campeonato del Mundo de Vela. No es recomendado por los médicos pero les ha obligado a realizarle unas infiltraciones para aguantar el tipo durante esta semana.
Descansará una vez que vuelva a Portugal, ya que ahora mismo no hay intenciones de volver a Abu Dabi. Parece que el cambio ha sido para siempre. Juan Carlos I ha conseguido su propósito.
