Juan Carlos I siempre ha sido conocido por su fama de mujeriego. Era una de sus mayores perdiciones. Durante su formación militar, el ex coronel Amadeo Inglés le apodó como “un depredador sexual”. A lo largo de su vida habría mantenido relaciones íntimas con más de 5.000 mujeres. La mayoría de ella eran prostitutas de lujo, aunque debido a su poder, en ocasiones también intentaba conquistar a presentadoras, modelos, cantantes y actrices a golpe de talonario. En su juventud estaba enamorado de Olghina de Robilant, con quien mantenía una relación e incluso tuvo intenciones de casarse. Sin embargo, Juan de Borbón tenía otros planes para él. Le obligó a casarse con la reina Sofía. Él finalmente cedió a casarse pero prometió que nunca le sería fiel. Era un matrimonio impostado, falso, tuvieron relaciones para dar a luz al varón, que para colmo también tardó en llegar. El emérito estaba ya harto y estuvo a punto de hacer futura heredera a la infanta Elena con un cambio en la constitución.
Cuando nació Felipe VI el emérito se separó de la reina Sofía. No obstante, quería que el futuro rey de España fuese un reflejó de él, pero ni por asomo, especialmente si se habla de las relaciones con mujeres. El príncipe era una persona muy tímida y reservada, jugaba siempre con sus hermanas y le decían a Juan Carlos I que le veían muy niña, algo que le molestaba. Por ello tenía necesidad de que cumpliese la mayoría de edad y fuese al servicio militar.
Felipe VI ha vivido intensas relaciones con hombres, aunque breves
Juan Carlos I siempre ha mostrado rechazo a Felipe VI por sus gustos de cama. Aunque ha sido un secreto a voces y no hay ninguna confirmación oficial, siempre se ha dicho que el monarca habría mantenido relaciones con otros hombres que habían sido vistos como amigos, pero realmente son algo más.
Joaquin Abad ha sido quien ha escrito un libro sobre “Los novios de Felipe VI” sin miedo a represalias. Menciona un total de diez relaciones de las que ha sido conocedor, todas ellas breves, pero muy intensas, siempre vividas en la clandestinidad porque estaba mal visto que un rey pudiese ser homosexual o bisexual.
Juan Carlos I intentaba que su hijo saliese con mujeres, él le presentaba a atractivas señoritas, pero no hacía caso. Estaba centrado en otras cosas. Pensó que nunca le casarían ni formaría una familia y acabaría siendo un escándalo.
