Casa Real siempre mantiene mucha discreción con las visitas de Juan Carlos I a España, y también al resto de la familia. Felipe VI y Letizia se apartaron de él y también lo hicieron con sus dos hijas. No quieren que Leonor y Sofía se vinculen con la figura de su abuelo para que no perjudique a su futuro reinado. Eso no quiere decir que no sepan nada de él. El emérito querría vivir muchos actos de la princesa para recordar su época de juventud. Siente una gran admiración por su nieta y sabe que será una gran reina, por el momento ha recibido el aprobado de la ciudadanía.

Juan Carlos I quiere mucho a sus nietos y haría cualquier cosa por ayudarles. De hecho, se dice que a excepción de Leonor y Sofía, a los otros seis les paga 10.000 euros cada mes a cada uno para sus gastos. El emérito se mantiene siempre en contacto con la princesa y la infanta mediante videollamadas. En alguna ocasión, sin que trascienda a la prensa, el marido de la reina Sofía viajó a Gales para reencontrarse con la infanta o recorrió algunos puntos del buque escuela Juan Sebastián Elcano para hacer lo mismo con la princesa.
Esta semana era muy importante para Leonor, ya que finalizaba su formación militar con la Armada, su segundo año, y además recibía la condecoración. Felipe VI estuvo presente en el acto con la princesa para la entrega de despachos en Marín. Juan Carlos I pidió a su hijo estar presente en el evento, pero como siempre recibió una negativa. No obstante, siguió todo el acto por videollamada. Se lo transmitieron en directo y tuvo la oportunidad de ver a Leonor.
Juan Carlos I mantiene el contacto con Leonor en privado
El emérito siente mucha pena porque se está perdiendo momentos muy importantes de sus nietas. No pudo asistir cuando Leonor juró la Constitución ni tan siquiera cuando ninguna de las dos se graduó de bachillerato internacional. Sus errores le han perjudicado.
Letizia se alegra de esos errores porque ha podido librarse de su suegro. Sin embargo, no puede evitar que Leonor y Juan Carlos I mantengan el contacto habitualmente, aunque no se vean en persona tanto como tal vez los dos querrían.
Este día del Carmen, como manda la tradición, los reyes se han desplazado hasta Marín para presidir la jura de la bandera y entregar los reales despachos a los nuevos oficiales. Aunque este año es mucho más especial porque entre los guardiamarinas se encuentra su hija. La hermana de Sofía no recibirá ningún despacho hasta que les corresponda a sus compañeros de promoción con los que ha realizado el viaje, no obstante, el Boletín Oficial del Estado publicará hoy el real decreto que la reconoce como guardiamarina de 2º y le concede la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco. La princesa saldrá de la Academia como alumna de cuarto curso. Terminará el último año en el Ejército de aire, en Murcia.
