Jesús Ortiz y Letizia no han tenido una excelente relación desde que el progenitor se divorció de Paloma Rocasolano por diferencias irreconciliables en el matrimonio. A la reina no le sentó nada bien esta separación, pero mucho menos que el periodista ya hubiese conocido a otra mujer, mucho más joven, de la misma edad que sus hijas, y que fuese compañera de trabajo. No asistió a la boda de los entonces príncipes porque Juan Carlos y Sofía les pidieron a los Ortiz Rocasolano aparentar las formas en aquella época para que no se generasen más titulares que entorpeciesen el enlace matrimonial.
Desde el nacimiento de Leonor y Sofía y con la muerte de Erika Ortiz, Letizia se acercó un poco más a su padre. El día de reyes es una fecha marcada en rojo. Siempre almuerzan con su progenitor y las niñas. Por la tarde se vuelven a Zarzuela.
Aunque Paloma Rocasolano tiene mayor complicidad con Letizia, para la reina Jesús Ortiz siempre ha sido un referente y una persona que ha admirado, como padre y como profesional. De hecho, su pasión por los medios de comunicación viene de él y de su abuela Merche.
Letizia no está bien y el matrimonio pende de un hilo
Casa Real se ha visto salpicada por unas turbias declaraciones de Jaime del Burgo, ex de Telma Ortiz, donde ha asegurado, aunque no ha aportado pruebas, que Letizia ha sido infiel a Felipe con él durante varios años. Zarzuela no se ha pronunciado ni para confirmar esas palabras ni para desmentirlas, prefiere guardar silencio. No obstante, en los últimos meses tanto Felipe como Letizia se han mostrado muy unidos. El pasado viernes asistieron al cine juntos en un intento por blanquear la imagen.
En todas las apariciones de Letizia, sean institucionales o privadas, aparece con el rostro muy serio, más de lo normal. Se ve en sus ojos tristeza y una gran preocupación. A ella le gusta tener todo siempre bajo control y en esta ocasión se le escapa de las manos, además está viendo como su imagen queda totalmente dañada, como también la de las personas que le rodean.
En estas últimas semanas Letizia sale muy poco de casa y apenas come. Se encierra en su despacho y en su habitación a trabajar. No comparte tiempo con nadie, ni tan siquiera con sus mejores amigas que se han convertido en un apoyo indispensable. También Jesús Ortiz, quien se muerde la lengua ante los medios de comunicación, pero que querría aprovechar los micrófonos para decir cuatro cosas y dar a Jaime del Burgo donde más duele.
Jesús Ortiz está muy preocupado por el estado anímico de Letizia y por todo lo que pueda pasar de ahora en adelante. No contempla un divorcio. Tampoco quiere que sus nietas lo pasen mal con la separación de sus padres.