El cronista real Jaime Peñafiel ha pasado una semana revuelta por culpa de una revista del corazón. La REVISTA, con mayúsculas, que le ha decepcionado enormemente al dedicar su portada (comentadísima, por cierto) a Belén Esteban. El enemigo encarnizado de Letícia, "La reina plebeya", encuentra indignante que ¡Hola!, publicación de la que fue jefe de redacción durante 20 años, haya cambiado las bodas de la realeza europea para servir de escaparate de "La princesa del pueblo", que es como se conoce a la popular colaboradora de tv. "La Esteban" no es ni mucho menos la mejor amiga del veterano periodista, a la que hunde en su columna: "Sigue siendo una chica ordinaria, vulgar, agresiva y arrabalera". Y hace un paralelismo con Letizia que seguro que no gusta a ninguna de las dos.
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Sí porque según Peñafiel, todo empezó a hundirse cuando las sobrias y monolíticas monarquías se soltaron la melena casándose con el populacho: "Príncipes y princesas herederas decidieron igualar por abajo a las Familias Reales. Periodistas, logopedas, economistas, entrenadoras personales, stripers, abogadas, deportistas, madres solteras con pasado borrascoso y divorciadas". El clasismo del periodista hace marear. Clasismo nostálgico que concreta con los "Borbón y los Ortiz Rocasolano", responsables de que todo cambiara "para más vulgar", y los compara con la época dorada del colorín real, en la que "no cualquiera podía aparecer".
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La enemistad de Jaime Peñafiel con la estrella de Mediaset, antiguos compañeros en Sálvame, es tan legendaria como su aversión a Letizia, a quien colma de elogios día tras día. Y muchas veces lo hace con razón, aunque en esta ocasión el artículo apesta a naftalina.
@Hola
Por cierto, que las dos destinatarias de la colleja periodística son, si no amigas, al menos sí conocidas. También demuestra su desprecio por la ¡Hola! del siglo XXI, que eso sí cumple una función que no ha desperdiciado: Sirve "para ponerlas a parir".